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IRREVERENTE
Les platico:
Pero apenas empiezan a coger confianza aparecen testimonios contados como anécdotas del mismo cáncer en empresas privadas.
La corrupción de compradores que les piden a sus proveedores que facturen sin entregar pedidos, es tema de todos los días.
El contubernio entre esos puestos y los vendedores llega a tales extremos, que desfalcan a empresarios que ni cuenta se dan de la desvalijada que le recetan sus propios empleados.
Compradores de firmas mexicanas y extranjeras abren boquetes a sus patrones y mutan de la clase media a la alta.
Cambian a mansalva de código postal a zonas acaudaladas de las ciudades donde viven.
Entre tanto, los patrones se entretienen criticando la corrupción del gobierno, viendo solo la paja en el ojo ajeno.
Cuando escucho quejas de empresarios contra su personal y proveedores mañosos, me gusta retarlos a hacer públicos sus reclamos.
Y es ahí donde culebrean. Se rajan a hacer públicos sus casos.
Tienen miedo a ser señalados por los de sus propios gremios.
“Entonces para qué platicas tus desgracias?, les inquiero.
Y me responden: “No te lo digo para que lo publiques, nomás te estoy platicando”.
Hoy en día, el escarnio público es mejor motivante para el remedio, que las mismas instancias legales.
El corrupto tiene más miedo a ser exhibido públicamente que a ser condenado en un juicio.
El desacreditamiento público es más rápido que las consecuencias de perder una demanda.
Por uno de esos enigmas indescifrables, el corrupto es más sensible a la exhibida que a la demanda.
Si un medio de comunicación con credibilidad y peso publica un caso documentado de corrupción, está lanzando tres alertas:
1.- A los consumidores para motivarlos a denunciar mediáticamente al corrupto y al proveedor deficiente.
2.- A los corruptos o maletas, para que se pongan al tiro, pues podrían ser los siguientes exhibidos.
3.- A las autoridades, para que actúen derechito contra los proveedores que engañan a sus consumidores, léanse compañías de seguros, hospitales, agencias automotrices, talleres y muchos otros tipos de negocio.
Esos son los beneficios que genera la denuncia mediática y ocurren a mayor velocidad que los juicios, demandas y procedimientos legales.
Para que esto se dé, se necesita el valor del denunciante y mi experiencia al respecto dice que abundan los culebras.
Cajón Desastre:
– Mañana, cambio completo de programa, sin faltar los Infumables Saaaantiago González, su “desinteresado” protector Daaaaniel Hinojosa, y colado entre ellos, el alicaído manicaído y paticaído ex crítico de cine que no tiene un pelo… de conocimiento en esa industria.
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