La Universidad Nacional Mayor de San Marcos se despidió de Mario Vargas Llosa, uno de sus alumnos más destacados.

La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, alma mater de Mario Vargas Llosa, utilizó sus redes oficiales para expresar las condolencias por la partida de nuestro nobel de literatura, a quien consideran como “el intelectual más descollante” que ha pisado sus aulas.

“Nuestra comunidad universitaria lamenta esta irreparable pérdida de su sanmarquino más emblemático, cuya memoria vivirá imperecedera en su vasta producción literaria”, se lee en el mensaje.

La #UNMSM, alma máter de Mario Vargas Llosa, expresa sus muy sentidas condolencias a la familia, miles de lectores y al Perú por su partida. pic.twitter.com/G3KXUceHmC
— Universidad Nacional Mayor de San Marcos (@UNMSM_) April 14, 2025

Como se sabe, en 1953, durante el gobierno de Manuel A. Odría, Vargas Llosa ingresó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió Derecho y Literatura. Durante su tiempo como sanmarquino, participó en la política universitaria a través de Cahuide, nombre con el que se mantenía vivo el Partido Comunista Peruano, entonces perseguido por el gobierno de Odría (1948-1956), contra el que Vargas Llosa se opuso a través de los órganos universitarios y en fugaces protestas en plazas.

Poco tiempo después se distanció del grupo y se inscribió en el Partido Demócrata Cristiano, esperanzado en que esa agrupación lanzaría la candidatura de José Luis Bustamante y Rivero, quien, por aquel entonces, regresaba del exilio. Dicha expectativa no se cumplió. Durante este tiempo, trabajó como asistente del renombrado historiador sanmarquino Raúl Porras Barrenechea en una obra que nunca llegó a concretarse: varios tomos de una monumental historia de la conquista del Perú.

Años después, Vargas Llosa empezó con seriedad su carrera literaria con la publicación de sus primeros relatos: El abuelo (en el diario El Comercio, 9 de diciembre de 1956) y Los jefes (en la revista Mercurio Peruano, febrero de 1957).

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A fines de 1957 se presentó a un concurso de cuentos organizado por La Revue Française, una importante publicación francesa dedicada al arte. Su relato titulado El desafío obtuvo el primer premio, que consistía en quince días de visita en París, hacia donde partió en enero de 1958. Su estadía en la capital de Francia se prolongó durante un mes, antes de retornar a Lima.

Ese mismo año se graduó de bachiller en Humanidades en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a mérito de su tesis sobre las Bases para una interpretación de Rubén Darío. Fue, además, considerado como el alumno de Literatura sanmarquino más distinguido, por lo que recibió la beca Javier Prado para seguir cursos de posgrado en la Universidad Complutense de Madrid, en España. Antes de partir hacia Europa, hizo un corto viaje por la amazonía peruana, experiencia que después le serviría para ambientar en dicho espacio geográfico en tres de sus novelas: La casa verde, Pantaleón y las visitadoras y El hablador.