Tierras raras de China: la joya de la corona después de la nueva investigación ordenada por Trump

Existe una urgencia en la investigación de los minerales críticos que fue ordenada por una orden ejecutiva de Donald Trump el martes por la noche. Mientras que las investigaciones sobre el cobre tenían un plazo de 270 días, en esta ocasión se concedieron solo 180 días. A nivel nacional, lo que preocupa es lo que se decida sobre el litio, pero la urgencia para Estados Unidos recae en las tierras raras.

Compuestas por 17 elementos, hay un grupo en particular que preocupa a la administración Trump: las tierras raras pesadas (HREE, por su sigla en inglés). Entre ellas destacan el disprosio y el terbio, esenciales para la fabricación de imanes permanentes de alto rendimiento, capaces de mantener su fuerza a altas temperaturas.

“Estas restricciones de China a las exportaciones de tierras raras, en el fondo, limitan el acceso de EEUU a una parte esencial del desarrollo de la industria de defensa y tecnología”, dijo el exjefe del departamento económico de la embajada de Chile en EEUU, Matías Pinto.

Según un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), estos elementos son recursos clave tanto para la transición energética, siendo utilizados en vehículos eléctricos y turbinas eólicas, como para la industria de defensa y la seguridad nacional, ya que son componentes fundamentales en aviones de combate, misiles guiados, sistemas de radar y submarinos, entre otros.

China domina la cadena de suministro global y controla el 90% de su capacidad de procesamiento de tierras raras pesadas, lo que ha sido aprovechado en la guerra comercial con Estados Unidos. La primera potencia mundial se enfrenta a una suspensión efectiva de las importaciones de estos minerales tras las medidas adoptadas por China.

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En una carta utilizada por China en este contexto, se limita el acceso de Estados Unidos a estos minerales esenciales para su industria de defensa y tecnología. La dependencia de Estados Unidos de China en este aspecto ha sido destacada, ya que no cuenta con una separación intensiva de tierras raras en su territorio.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos se ha propuesto desarrollar una cadena de suministro completa de tierras raras para 2027, pero abrir una mina de tierras raras en Estados Unidos podría llevar hasta 29 años. Esto podría otorgar a Beijing una ventaja estratégica crucial en la competencia a largo plazo entre Estados Unidos y China por la supremacía militar y tecnológica.