El miércoles por la mañana, el oro alcanzó un nuevo récord al llegar a un máximo histórico de US$ 3.317 la onza en un momento del día.
De esta manera, el metal precioso ha experimentado un aumento de más del 25% en lo que va del año y de más del 100% si se compara con los US$ 1.500 que costaba la onza cuando comenzó el confinamiento por la pandemia de Covid-19.
El último impulso alcista ha sido impulsado por el aspecto tecnológico de la guerra arancelaria, después de que Nvidia anticipara pérdidas de hasta US$ 5.500 millones en el primer trimestre debido a las restricciones impuestas por Donald Trump para vender chips en China. Específicamente, se le está exigiendo una licencia para exportar los chips integrados H20 a China, incluidos Hong Kong y Macao.
Esta noticia provocó una caída en sus acciones; al mediodía del miércoles llegaron a caer casi un 8%, cerrando la jornada con una disminución del 6,87%.
A esta información se sumó otra que generó incertidumbre y, por lo tanto, provocó un aumento en el precio del oro: el inicio de una investigación sobre la necesidad de imponer aranceles a la importación de minerales críticos.
Las estimaciones de Goldman Sachs
Al principio de la semana, un informe del banco de inversión Goldman Sachs -uno de los más influyentes en los mercados- también contribuyó al rally del metal. En su informe, el banco estadounidense indicó que la alta demanda de los fondos cotizados (ETF) actuará como soporte. La entidad plantea tres escenarios.
El primero, es que si el crecimiento sorprende al alza debido a una reducción de la incertidumbre política, los flujos de ETF podrían permitir que el oro cierre el año en torno a los US$ 3.550 la onza.
En un escenario más pesimista sobre la economía y una recesión, “las entradas de ETF podrían acelerarse aún más y elevar los precios del oro a US$ 3.880 la onza para fin de año”, indica el informe.
El tercer escenario que ve Goldman, es que si se produce un “shock” comercial, económico y bursátil, el oro podría alcanzar los US$ 3.950 la onza al cierre de este ejercicio.
Goldman Sachs ha señalado que hay un 45% de probabilidades de que Estados Unidos entre en recesión en los próximos 12 meses, lo que podría llevar al oro a alcanzar los US$ 4.500 para diciembre.
La apuesta de Citi
Tras el anuncio de la tregua arancelaria por 90 días, Citi ajustó sus preferencias y eligió sus nuevos favoritos en cada uno de los principales mercados: Bolsa, deuda, divisas y materias primas.
En el mercado de materias primas, destacaron que seguirán siendo alcistas estructurales en el oro.
En su análisis, Citi recordó que “históricamente, cuando el precio del oro está por encima de su media móvil de 200 días y vemos retrocesos del 5% desde los máximos históricos, tendemos a ver que los precios se recuperan”, y agregaron que creían que era el momento adecuado para volver a entrar.
La firma recomendaba comprar oro al contado a US$ 3.091 la onza (precio que tenía el metal en ese momento), con el objetivo de alcanzar los US$ 3.300, lo que supondría un nuevo récord histórico, el cual se logró esta semana.