El papa Francisco, aún convaleciente de una neumonía, hizo una aparición el domingo en el balcón de la basílica de San Pedro en el Vaticano y, con una voz débil, deseó una “feliz Pascua” a los miles de fieles reunidos allí para el Domingo de Resurrección.
Un mes después de haber sido dado de alta tras una larga hospitalización, la presencia del pontífice de 88 años era incierta y el Vaticano no la había confirmado.
Finalmente, el papa apareció en silla de ruedas poco después de las 12H00 (10H00 GMT) para su tradicional bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad de Roma y al mundo).
Ambos “intercambiaron sus deseos con motivo del día de Pascua”, indicó la Santa Sede en un comunicado.
El jesuita argentino, a pesar de no llevar una cánula de oxígeno, tuvo que recurrir a un colaborador que leyó su mensaje, en el que repasó los conflictos en el mundo. Francisco denunció la crisis humanitaria en Gaza y pidió un cese al fuego, expresó su preocupación por el creciente antisemitismo en el mundo y defendió la libertad religiosa y de pensamiento, afirmando que sin respeto, la paz no es posible.
Después, sorprendió a todos recorriendo la plaza de San Pedro en el papamóvil y bendiciendo a algunos bebés.
Un poco antes, el papa recibió al vicepresidente de Estados Unidos JD Vance en un “encuentro privado” de “unos minutos”, dos meses después de que criticara la política migratoria del gobierno de Donald Trump.
Por primera vez desde que fue elegido en 2013, el líder espiritual de 1.400 millones de católicos faltó a la mayoría de las celebraciones de la Semana Santa, como el Vía Crucis cerca del Coliseo el viernes y la vigilia pascual del sábado por la noche.
Sin embargo, el sábado, poco antes de la vigilia, hizo una breve aparición pública en la basílica de San Pedro para rezar frente a la imagen de la Virgen y luego saludó a varios fieles y repartió golosinas entre los niños.
La misa de Pascua, que conmemora la resurrección de Cristo, comenzó a las 08H30 GMT en la plaza de San Pedro, decorada con miles de flores holandesas, en presencia de 300 párrocos, obispos y cardenales y estuvo presidida por el cardenal italiano Angelo Comastri.
Los organizadores esperaban una gran afluencia debido al Jubileo 2025, “Año Santo” de la Iglesia católica, que tiene lugar cada 25 años. Unas 35.000 personas se congregaron el domingo, con la expectativa de poder ver al papa.
El sábado por la noche, el cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidió la vigilia pascual a la luz de miles de cirios que iluminaron los alrededores de la basílica de San Pedro.
Antes de este domingo, la única actividad pública por la Semana Santa a la que asistió Jorge Bergoglio fue la visita a una prisión del centro de Roma, el jueves, donde se reunió con unos 70 reos.
Ya debilitado por problemas de salud y varias intervenciones quirúrgicas, Francisco estuvo al borde de la muerte dos veces durante su último ingreso, de 38 días, en el hospital Gemelli, de donde salió el 23 de marzo. En sus últimas apariciones públicas ya no lleva cánulas nasales para el oxígeno, lo que indica que su salud va mejorando gracias a la rehabilitación.
Algo inusual, los cristianos de todo el mundo celebran este año la Pascua el mismo día, al concordar los calendarios gregoriano — que siguen católicos y protestantes — y juliano, que siguen los ortodoxos.