En un espacio de 450 hectáreas, ubicado a 30 km de Iquitos en la selva amazónica del Perú, se encuentra La Isla de los Monos, un centro de rescate que rehabilita y libera a estos animalitos para que puedan seguir fluyendo en su hábitat natural.
Uno de los animales era un leopardo que estaba a la venta en 68 mil dólares.
Creado en 1997, acoge principalmente a monos que han sido víctimas del tráfico ilegal de animales en el Perú. Afortunadamente, este santuario no trabaja a puertas cerradas: peruanos y turistas pueden ser testigos de cómo viven e interactúan estos seres.
Aunque en años anteriores se permitía tocarlos y jugar con ellos, en la actualidad esto ya no será posible. Buscando que no se acostumbren al humano y puedan desarrollarse mejor en su entorno natural, los guías del recinto te pedirán prudencia y no tener contacto directo con ellos.
Podrás observar especies como el mono choro, mono aullador, mono capuchino, mono tocón, mono guapo negro, leonicito, pechico y el mono búho.
Es necesario saber que pese a su comportamiento juguetón y curioso, siguen siendo animales salvajes en proceso de rehabilitación. Foto: Fernando Basaldúa Un triste panorama
Todos los monitos del centro son huérfanos. El tráfico de especies en Perú sigue provocando que monos bebés sean separados de sus madres con el fin de comercializarlos, tenerlos como mascotas o comer sus carnes.
Uno de los principales problemas que puede afrontar el animalito es la desnutrición: un factor típico que se observa en las crías después de haber sido separadas de la leche materna. También llegan con enfermedades, heridas e infecciones.
Una vez que el animalito es revisado por el centro médico del centro, es rehabilitado e introducido a la isla para que pueda integrarse con los otros primates.
La Isla de los Monos rescata a primates oriundos de la amazonía peruana. Foto: Fernando Basaldúa
Pese a los cuidados que existen en La Isla de los Monos, la idea no es que vivan ahí para siempre. Liberarlos es el último paso de esta labor. Un camino largo, pero gratificante.
Desafortunadamente, este no será el caso de Panchita, una monita que fue criada durante años como una “mascota”. Debido a su crianza, nunca podrá ser liberada.
Según cifras del Servicio Nacional Forestal y de Vida Silvestre (SERFOR), por cada mono vendido, otros nueve han muerto en la cadena del tráfico ilegal.
Para que casos como Panchita no ocurran, el albergue hace una autogestión y cobra por ingreso (s/25 soles para nacional y s/30 a extranjeros). También se ayuda de turistas que llegan como voluntarios para ayudar en el cuidado y alimentación de estos pequeños simios.
¿Cómo puedo vivir esta experiencia?
Por cuenta propia: Para llegar a la Isla de los Monos en Perú, primero debes dirigirte al Puerto de Bellavista-Nanay, ubicado a unos 25 minutos al noroeste del aeropuerto de Iquitos. Desde allí, puedes tomar un bote deslizador, que tiene capacidad para 13, 20 o 30 pasajeros. El trayecto dura aproximadamente 30 minutos, cruzando el río Nanay y desembocando en el afluente del río Amazonas.
Con Tour: En Iquitos hay muchas agencias que ofrecen llevarte a La Isla de los Monos. Solo debes asegurarte que sea el santuario que te presentamos en esta nota:
AQUÍ PUEDES CONOCER MÁS SOBRE LA ISLA DE LOS MONOS.
Datos:
Gilberto Guerra, fundador de este recinto, creció en una pequeña comunidad en la selva amazónica. Trabajó durante muchos años con turistas en un albergue cerca de la isla, rodeado de vida silvestre, incluidos monos.
En 1997, después de solicitar apoyo al Gobierno, se le otorgó la isla (que estaba casi deshabitada) para usarla como santuario de monos. Sin embargo, no se le proporcionó financiamiento, y tomó nueve años convertir la isla de un bosque sobreexplotado y descuidado en un hábitat sostenible para monos rescatados.
Gilberto Guerra, fundador de La Isla de los Monos
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