¿Pirata o prohibido? – El libro que mi hijo no puede leer

Ciudadano: ¿Cuánto cuesta el último libro de Mario Vargas Llosa?.

Vendedor de una reconocida Librería: S/79.90 señor, acaba de salir. El lector guarda silencio. Hace cálculos respecto su sueldo mínimo y se va.

Ciudadano encuentra un puesto, informal, al borde de una avenida y hace la misma pregunta. El vendedor, mirando a un lado y al otro le responde: S/15 hermano.

¿Qué elegiría usted para culturizar a su hijo? ¿El contenido del libro pirata o el contenido del libro oficial? La tinta es la misma. Lo que cambia es el acceso. El problema no es el lector. El problema es el precio.

¿Dónde está el Estado cuando la cultura cuesta más de lo que se gana?.- El sueldo mínimo en el Perú es de S/1,130 pero, tras el descuento obligatorio del 13% para pensiones, el trabajador recibe 985 soles. ¿Puede una familia que vive con eso comprar un libro de 80 soles? ¿Uno por mes? ¿Por hijo? Imposible.

Y sin embargo, el 23 de abril celebramos el Día Internacional del Libro. ¿Celebramos qué? ¿Un acceso que no existe? ¿Una cultura que no alcanza?

El libro no es caro por el papel, es caro por el sistema.- Aunque el libro no paga IGV en su venta final, sí lo hacen los insumos: papel, impresión, servicios editoriales. Este IGV no se recupera y encarece el producto. Además, como el mercado peruano es pequeño y centralizado, no hay tirajes grandes ni distribución nacional.

Lecciones del pasado de los libros de bolsillo en Europa.- En el siglo XVII, en Troyes, Francia, surgieron los “libros azules”, ediciones baratas dirigidas a las clases populares. Luego, en 1953, Le Livre de Poche institucionalizó el modelo: libros de bolsillo, económicos, sin lujos, pero con el mismo contenido. Así nació un pueblo lector. Así se construyó una ciudadanía informada.

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¿Y en América Latina? Uruguay cambió desde las aulas.- A fines del siglo XIX, Uruguay vivía una profunda desigualdad educativa. Fue entonces que José Pedro Varela impulsó la educación primaria gratuita, obligatoria y laica. Esa decisión política dio origen a una sociedad lectora, participativa y crítica. Hoy, Uruguay es uno de los países con mayor índice lector del continente.

¿Qué debe hacer el Estado?.- 1) Eliminar el IGV en toda la cadena de producción editorial, 2) Financiar ediciones populares y accesibles, 3) Apoyar una biblioteca digital nacional gratuita, 4) Fortalecer bibliotecas escolares y comunales con libros actuales y suficientes.

Donde no hay libros, nace la rebeldía.- Un pueblo que no lee es un pueblo fácil de engañar. ¿Será por eso que leer sigue siendo tan caro en el Perú?, ¿Será que a determinada clase política o empresarial les conviene tener ciudadanos obedientes e incultos que ciudadanos informados?.

PD.- El 15.04.25 reclamé al Canal PBO de Phillip Butters: “En los cintillos informativos que su Canal emite de forma permanente, NO respetan las reglas ortográficas básicas del idioma español…no colocan la tilde cuando corresponde o en algunos casos la misma es tan tenua que resulta imperceptible para niños o personas en formación…”.

 

 

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