Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés) de Estados Unidos dieron a conocer este viernes que, con un aumento de 11% desde la semana pasada, el brote de sarampión que afecta al país se ha extendido ya a 29 estados, con un total de 884 casos y dejando tres fallecidos en lo que va de año.
La mayoría de los casos se han dado entre personas no inmunizadas, pese a que las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola cuentan con una eficacia del 97% tras dos dosis, según el CDC.
La explicación puede radicar en que las tasas de inoculación infantil disminuyeron a partir de la pandemia debido a la propagación de información falsa sobre las vacunas. Asimismo, la desinformación sobre el brote actual ha proliferado en las redes sociales, según una encuesta de KFF, seis de cada diez adultos han leído afirmaciones falsas sobre la relación entre la vacuna triple vírica y el autismo, afirmación que ha repetido el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert Kennedy Jr.
En esa línea, la encuesta reveló además que uno de cada cinco adultos ha leído que la vitamina A previene la infección por sarampión, otra afirmación incorrecta, ya que, el uso excesivo de vitamina A puede provocar toxicidad y causar daños en el hígado, los huesos, la piel y el sistema nervioso central, y no debe ser un sustituto de la vacuna, según el CDC.
Dos niños han muerto a causa de esta enfermedad en Texas, epicentro del brote y según Chris Ramírez, director de comunicaciones del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Nuevo México, ya se ha atribuido una tercera muerte de un adulto no vacunado debido al sarampión en Nuevo México.
“Me preocupa que los padres retarden la atención de los niños con sarampión”, señaló Katherine Wells, directora de salud pública en Lubbock, Texas, ya que la desinformación ha dificultado la lucha contra el brote para los trabajadores de la salud pública “el daño que están haciendo es restar importancia a la gravedad del sarampión”, aseveró.