Los liberales de Mark Carney ganan unas elecciones reñidas en Canadá en medio de una ola de patriotismo y formarán un Gobierno en minoría

Los liberales de Mark Carney ganan unas elecciones reñidas en Canadá en medio de una ola de patriotismo y formarán un Gobierno en minoría

Los liberales del primer ministro canadiense, Mark Carney, retuvieron el poder en las elecciones celebradas ayer lunes en el país, pero se quedaron a las puertas de conseguir un Gobierno en mayoría como quería para ayudarle a negociar los aranceles con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los liberales lideraban o habían sido elegidos en 168 distritos, conocidos como escaños, seguidos de los conservadores con 144, con los votos aún en recuento. Los liberales necesitaban ganar 172 de los 343 distritos electorales de la Cámara de los Comunes para una obtener mayoría que les permitiera gobernar sin el apoyo de un partido más pequeño.

“Nuestra antigua relación con Estados Unidos, una relación basada en una integración cada vez mayor, ha terminado”, dijo Carney en un discurso de victoria en Ottawa. “El sistema de comercio mundial abierto anclado en Estados Unidos, un sistema en el que Canadá ha confiado desde la Segunda Guerra Mundial, un sistema que, aunque no es perfecto, ha ayudado a proporcionar prosperidad a nuestro país durante décadas, se ha acabado”.

“Son tragedias, pero también es nuestra nueva realidad”.

Carney afirmó que los próximos meses serán difíciles y exigirán sacrificios.

Shachi Kurl, presidente del Angus Reid Institute, una empresa de sondeos, dijo a Reuters que la victoria liberal dependía de tres factores.

“Fue el factor ‘cualquiera menos conservador’, el factor de los aranceles de Trump y también la salida de Trudeau. (Estos factores permitieron) que muchos votantes de centroizquierda y votantes liberales tradicionales regresaran al partido”, dijo Kurl, refiriéndose a la renuncia del impopular ex primer ministro Justin Trudeau.

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Carney había prometido un enfoque duro con Washington sobre sus aranceles de importación y dijo que Canadá tendría que gastar miles de millones para reducir su dependencia de Estados Unidos. Pero los conservadores de centroderecha, que pidieron el cambio después de más de nueve años de Gobierno liberal, mostraron una fuerza inesperada.

En Canadá, los Gobiernos en minoría rara vez duran más de dos años y medio.

El líder conservador, Pierre Poilievre, reconoció la derrota ante los liberales de Carney y dijo que su partido pediría cuentas al Gobierno.

El resultado coronó una notable remontada para los liberales, que habían estado 20 puntos porcentuales por detrás en las encuestas en enero antes de que Trudeau anunciara que renunciaba y Trump comenzara a amenazar con aranceles y una anexión.

“Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país”, dijo Carney. “Estas no son amenazas ociosas. El presidente Trump está intentando doblegarnos para que Estados Unidos sea nuestro dueño. Eso nunca jamás sucederá”.

Ola de patriotismo

Las amenazas de Trump encendieron una ola de patriotismo que engrosó el apoyo a Carney, un recién llegado a la política que anteriormente dirigió dos bancos centrales del G7.

Trump reapareció como factor de campaña la semana pasada, declarando que podría aumentar un arancel del 25% sobre los coches fabricados en Canadá porque Estados Unidos no los quiere. Antes dijo que podría utilizar la “fuerza económica” para convertir a Canadá en el estado número 51.

Carney ha insistido en que su experiencia en asuntos económicos le convierte en el mejor líder para enfrentarse a Trump, mientras que el líder conservador Pierre Poilievre ha aprovechado su preocupación por el coste de la vida, la delincuencia y la crisis inmobiliaria.

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Trump, en una publicación en las redes sociales el lunes, reiteró su llamamiento para que Canadá se convierta en el 51º estado.

“Buena suerte al gran pueblo de Canadá”, dijo. “Elijan al hombre que tiene la fuerza y la sabiduría para reducir sus impuestos a la mitad, aumentar su poder militar, de forma gratuita, al nivel más alto del Mundo, hacer que su Automóvil, Acero, Aluminio, Madera, Energía, y todos los demás negocios, se CUADRUPLIQUEN en tamaño, CON CERO ARANCELES O IMPUESTOS, si Canadá se convierte en el apreciado 51º estado de los Estados Unidos de América. Se acabó la línea trazada artificialmente hace muchos años”.

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