La mayoría de los triatletas se introducen en el deporte a través de correr o andar en bicicleta, por lo que la natación es la mayor dificultad para muchos de nosotros. La natación tiene tanta técnica que debes dominar para sacar el máximo provecho de tu brazada, y eso puede hacer que sea un esfuerzo increíblemente difícil (y a veces frustrante). Aquí tienes algunos consejos a recordar cuando vayas a la piscina o al lago a nadar para obtener los mejores resultados en el entrenamiento y más allá.
Do beber agua
Puede que sientas que no necesitas beber cuando estás en la piscina porque no te estás sobrecalentando, no estás sudando y es posible que ni siquiera tengas sed. Después de todo, estás sumergido en agua durante toda la sesión de entrenamiento, así que no deberías necesitar beber, ¿verdad? Incorrecto. La natación es igual que cualquier otra forma de ejercicio, y para ver los mejores y más rápidos resultados, necesitas hidratarte adecuadamente antes, durante y después de cada entrenamiento. Pon una botella en tu bolsa de natación para tener siempre una a mano cuando vayas a la piscina.
No descuides la forma por la velocidad
Puede que te sientas más rápido cuando dejas que tu cuerpo haga lo que sea natural en lugar de enfocarte en la técnica correcta. Sí, tus brazos agitándose girando a través del agua a 120 brazadas por minuto pueden producir buenos y rápidos resultados en 50 o 100 metros, pero esa mala forma te ralentizará en distancias mayores a 200m. Si quieres tener éxito en la etapa de natación de tu próximo triatlón, enfocarte en la técnica adecuada te ayudará a alcanzar los mejores tiempos.
Do haz natación en aguas abiertas
No es absolutamente necesario nadar en aguas abiertas antes de una carrera, así que no te preocupes si todo lo que puedes conseguir para tu entrenamiento de natación es una piscina. Sin embargo, si tienes acceso a un cuerpo de agua, vale la pena dedicar tiempo a nadar allí. Las aguas abiertas son muy diferentes a la piscina, ya que tendrás que lidiar con olas y corrientes mientras también buscas el camino (desafortunadamente, los lagos no tienen una línea negra en el fondo que te muestre hacia dónde nadar). Practicar en aguas abiertas te preparará para tener éxito el día de la carrera.
No vayas a la piscina sin un entrenamiento
Está bien si llegas a la piscina y te das cuenta de que no tienes un entrenamiento planeado, pero estarás mucho mejor si tienes algo en mente antes de meterte en el agua. Escribir tu entrenamiento te ayudará a mantenerte responsable, y saber que tienes un cierto número de vueltas que completar (a ritmos específicos) te mantendrá motivado para llegar hasta el final.
Do nada con otras personas
Si tienes un compañero de entrenamiento o un club de natación cerca, será de gran beneficio unirte a ellos para los entrenamientos. Nadar con otros no solo te dará motivación para salir y nadar con frecuencia, sino que te dará la oportunidad de aprender y crecer como nadador. Si el club tiene un entrenador, podrá criticar tu brazada y ayudarte a mejorar.
No ignores el dolor
Si sientes alguna molestia mientras nadas (especialmente en los hombros o la espalda), da por terminado el día y sal de la piscina. Si ignoras este dolor, podrías terminar lesionándote, lo cual es el peor resultado posible. Es mejor tomárselo con calma y volver más adelante en la semana.