Increased metabolism and calorie burning
Cold water swimming has been shown to increase metabolism and calorie burning as your body works harder to keep warm in the cold water. This can lead to weight loss and improved fitness levels over time.
3. Improved circulation and immune system
Exposure to cold water has been linked to improved circulation as blood vessels constrict and then dilate, leading to better circulation throughout the body. This can also help boost the immune system and reduce inflammation.
4. Mental wellbeing and stress relief
Cold water swimming has been shown to release endorphins, also known as ‘feel-good’ hormones, which can help improve mood and reduce stress and anxiety. The experience of swimming in natural surroundings can also have a calming effect on the mind.
5. Increased alertness and focus
The shock of cold water can lead to increased alertness and focus as your body reacts to the change in temperature. This can help improve cognitive function and mental clarity, making you feel more awake and aware after a cold water swim.
6. Improved skin and hair health
Cold water swimming has been linked to improved skin and hair health as the cold water can help tighten pores, reduce inflammation, and increase circulation to the skin and scalp. This can lead to clearer skin and healthier hair over time.
So, whether you’re looking to improve your physical fitness, mental wellbeing, or simply enjoy the thrill of swimming in cold water, there are plenty of benefits to be gained from taking the plunge. Just remember to always swim safely and listen to your body’s signals when swimming in colder temperatures.
Are you a cold water swimmer? What benefits have you experienced from swimming in colder waters? Let us know in the comments below!
Reducción de la inflamación y condiciones crónicas
El agua fría estimula el nervio vago en la cara, ¡así que usar neopreno no significa que no obtengas los beneficios! (Crédito: Remy Whiting)
Esto es algo con lo que muchos atletas estarán familiarizados: el uso de baños de hielo en la recuperación deportiva ha sido elogiado desde hace mucho tiempo.
En resumen, y de forma más simple, esto funciona mediante la vasoconstricción que reduce el flujo sanguíneo de áreas inflamadas que han trabajado duro (como las piernas) mientras el cuerpo trabaja para mantener los órganos centrales calientes desviando la sangre hacia el centro del cuerpo.
Se están realizando estudios para monitorear los efectos más amplios de este fenómeno en la recuperación de lesiones/traumas importantes y en la reducción de otras condiciones inflamatorias o crónicas en el cuerpo.
Una lectura recomendada para obtener más información sobre este tema es el libro “Chill” del Dr. Mark Harper MD PhD, así como la información en su sitio web.
Harper es un experto anestesista e investigador que a través de su investigación médica explica cómo la inmersión en agua fría puede ayudar en condiciones como dolor crónico, artritis, ansiedad, depresión, TEPT y migrañas.
La inmersión facial en agua fría también estimula el nervio vago, lo que resulta en una respuesta antiinflamatoria que es una buena noticia para los nadadores de aguas frías que se preocupan por si obtienen los beneficios mientras usan un traje de neopreno.
Se hipotetiza que la estimulación del nervio vago puede ayudar con trastornos depresivos (fuente: Natación en aguas abiertas como tratamiento para el trastorno depresivo mayor [2018], Publicación BMJ, Mike Tipton et al.)
3. El “subidón” después de nadar
Cuando sumergimos nuestro cuerpo en agua fría, varias cosas suceden al mismo tiempo.
Nuestra circulación y frecuencia cardíaca aumentan a medida que nuestro cuerpo trabaja para mover la sangre alrededor para mantener el núcleo caliente, y las teorías sugieren que nadar regularmente en aguas abiertas resulta en un “subidón” después de nadar, desencadenado por la liberación de betaendorfinas, dopamina y serotonina (fuente: Natación en aguas abiertas como tratamiento para el trastorno depresivo mayor [2018], Publicación BMJ, Mike Tipton et al.).
En una nota de beneficios más “suaves”, ese subidón y la reducción de la ansiedad y la depresión también pueden estar relacionados con los beneficios mentales positivos de hacer algo desafiante y difícil.
Muchos de nosotros nos sentimos eufóricos al conquistar algo desafiante y nadar en aguas frías definitivamente cumple con ese requisito. Muchos nadadores de aguas frías también reportan sentirse más positivos con sus cuerpos como resultado de centrarse en lo que sus cuerpos pueden lograr.
4. Terapia azul-verde y social
Crédito: Orca
La terapia azul y verde que obtenemos al estar cerca del agua y la naturaleza no debe subestimarse en hacernos sentir bien, especialmente en épocas más frías del año cuando es probable que estemos en interiores mucho más tiempo. Disfruta de esas vistas y obtén algo de vitamina D (quizás, si sale el sol).
Este anhelo innato de estar cerca de la naturaleza se sugiere como una de las razones por las que la natación al aire libre ha experimentado un impulso durante la pandemia y los confinamientos, cuando muchos de nosotros estábamos privados de acceso a la natación y al aire libre.
Estar cerca de otros nadadores con mentalidad similar es bueno para el alma también (nunca nades solo en aguas abiertas, por razones de seguridad), ya que pasar tiempo con otras personas compartiendo metas de natación, desafíos (¡y pastel!) siempre puede dar un impulso a nuestra mentalidad.
¿Por qué no buscar clubes de triatlón locales o grupos de natación para sesiones de natación en aguas frías?
5. Reducción del estrés y atención plena
Como se mencionó anteriormente, cuando entramos en agua fría, nuestro cuerpo reacciona de manera intensa, lo que también desencadena la “respuesta de lucha o huida” y una buena dosis de las hormonas del estrés adrenalina y cortisol.
Parte de ser un nadador de aguas frías es aprender a calmar el cuerpo mediante la relajación y la respiración, para tener el control de la respiración antes de comenzar a nadar.
Los nuevos nadadores de aguas frías deben ser alentados a entrar al agua gradual pero decididamente, mientras se enfocan en la respiración, relajan los hombros y nunca sumergen la cara en el agua hasta que la respiración se calme.
La atención plena también viene con la práctica de la natación en aguas frías. Si alguna vez has tenido dificultades para “desconectar” durante otras prácticas como el yoga o la meditación debido a una mente acelerada, es posible que descubras que la natación en aguas frías tiene ese efecto.
Literamente no puedes pensar en nada más que en el agua, la temperatura y cómo te sientes en el agua fría.
Así que ahí lo tienes, un recorrido rápido por algunas de las cosas que se pueden lograr para tu mente y cuerpo nadando en aguas frías.
Por favor, consulta nuestro artículo anterior sobre la seguridad al nadar en aguas frías y cómo calentarse después de un baño frío, para asegurarte de cuidarte adecuadamente.