Muchos de nosotros confiamos en nuestros relojes para correr diariamente, utilizándolos como una herramienta de entrenamiento esencial para hacer un seguimiento del ritmo, la distancia y la frecuencia cardíaca. También podemos utilizarlo para controlar nuestra salud, estudiando nuestra variabilidad de la frecuencia cardíaca, observando nuestra carga de entrenamiento para ver si necesitamos más descanso e incluso monitoreando nuestro ciclo menstrual. Sin embargo, una nueva investigación, según informa The Guardian, sugiere que algunos de estos prácticos dispositivos vienen con un inconveniente inesperado: altos niveles de PFAs tóxicos, también conocidos como “productos químicos para siempre”. Aquí tienes lo que debes saber sobre tu rastreador de confianza.
El estudio
Los PFAs son sustancias utilizadas para hacer que los productos sean resistentes al agua, las manchas y el calor, y han sido vinculados a graves riesgos para la salud, incluido el cáncer, enfermedades hepáticas y trastornos inmunológicos. Se les conoce como productos químicos “para siempre” porque no se descomponen naturalmente. Un estudio reciente de la Universidad de Notre Dame encontró que 15 de los 22 brazaletes comunes de relojes inteligentes y rastreadores de fitness analizados contenían PFAs en niveles significativamente más altos que los que se encuentran típicamente en productos de consumo.
Por qué esto es importante para los corredores
Los corredores están particularmente en riesgo, ya que el sudor puede aumentar la velocidad a la que los PFAs son absorbidos a través de la piel. Investigaciones anteriores encontraron que hasta el 60 por ciento de ciertos PFAs en productos aplicados en la piel pueden ser absorbidos. Dado que las bandas de los relojes de fitness se usan ajustadas contra la piel durante períodos prolongados, esto podría significar una exposición continua a sustancias químicas dañinas. “Los niveles detectados en las bandas fueron mucho más altos que la mayoría de los PFAs que hemos visto en productos de consumo”, dijo Graham Peaslee, investigador de Notre Dame y coautor del estudio. Si bien la tasa exacta a la que se absorben estos productos químicos sigue sin estar clara, su naturaleza persistente significa que se acumulan en el cuerpo con el tiempo, planteando preocupaciones de salud a largo plazo.
Elegir una alternativa más segura
El estudio no mencionó marcas específicas que dieran positivo por PFAs, pero examinó modelos de empresas conocidas como Apple, Fitbit, Google y Nike. Algunas marcas anuncian abiertamente el uso de bandas de fluoroelastómero, un material que contiene PFAs, mientras que otras no revelan su presencia. Curiosamente, Peaslee señaló que las bandas que contenían PFAs a menudo tenían precios más altos que aquellas que no los contenían. Si te preocupa la exposición, cambiar a una banda de silicona puede ser una opción más segura. “No necesito que alguien se apresure a desechar sus regalos de Navidad, pero la próxima vez que compres uno, alejate de aquellos con PFAs”, aconsejó Peaslee. A medida que surjan más investigaciones, los corredores deben considerar investigar sus opciones de equipamiento, no solo para el rendimiento, sino también para la salud a largo plazo.