La Copa Mundial de la FIFA 2026 será la primera en ser organizada por tres naciones: Estados Unidos, México y Canadá, marcando un cambio histórico en la estructura del torneo. Mientras el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, trabaja para expandir el alcance global del fútbol, ha dejado abierta la posibilidad de que un país prohibido regrese a la competencia en los próximos años.
Una de las prohibiciones más destacadas en la historia reciente del fútbol fue impuesta a Rusia. A pesar de ser sede de la Copa del Mundo 2018, Rusia fue excluida de todas las competiciones de la FIFA y la UEFA debido a sus acciones durante el conflicto en curso con Ucrania. En la 139ª Asamblea General Anual de The IFAB en Belfast, Irlanda del Norte, se le preguntó a Infantino sobre las conversaciones de paz y la posibilidad de que Rusia vuelva a unirse a la escena del fútbol mundial. Su respuesta dejó abierta la esperanza.
“Todos esperamos que las conversaciones de paz sean exitosas, porque creo que es importante que lo apoyemos por el mundo, mucho más que por el fútbol, que tengamos paz”, dijo Infantino a los periodistas. Sus comentarios siguieron a una reunión con el presidente de EE. UU., Donald Trump, lo que generó más preguntas sobre el posible regreso de Rusia al fútbol internacional.
Cuando se le preguntó si el presidente Trump había planteado el tema del regreso de Rusia, Infantino fue directo: “No, no se me ha preguntado. Creo que hay temas más importantes que discutir que sobre fútbol, pero queremos que todos los países jueguen fútbol”.
Después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, tanto la FIFA como la UEFA prohibieron a la Unión de Fútbol de Rusia (RFU) en sus competiciones. Mientras las conversaciones de paz siguen en curso, Infantino no ha descartado la posibilidad de que Rusia vuelva a formar parte del fútbol internacional.
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En otro movimiento controvertido, la FIFA otorgó a Arabia Saudita los derechos para ser la sede de la Copa del Mundo 2034, convirtiéndose en el segundo país de Oriente Medio después de Qatar en albergar el prestigioso torneo. Esta decisión fue recibida con escepticismo por algunas federaciones, incluida la Asociación de Fútbol de Noruega, pero Infantino defendió la elección de la FIFA.
“Hubo una decisión del Congreso, uniendo a todo el mundo. Creo que fue un paso muy positivo para el fútbol, trayendo, en ocho años, fútbol de todo el mundo, alojando a todos. Debemos reunir a todos en la mesa”, afirmó el presidente de la FIFA.
Mirando hacia el futuro, Infantino enfatizó la visión de la FIFA de una Copa del Mundo verdaderamente global, señalando que la organización planea rotar el torneo en diferentes continentes: “Iremos a América del Norte en 2026, ahora iremos a Sudamérica, iremos a África, iremos a Europa en 2030. Regresaremos a Asia en 2034. El Congreso de la FIFA aprobó eso, se hizo después de un informe exhaustivo sobre todo esto”.