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El ascenso meteórico de Viktor Gyökeres ha llamado la atención de los principales clubes europeos. El delantero del Sporting de Lisboa, que recientemente anotó un hat-trick contra el Manchester City en la Champions League, está atrayendo un interés significativo. Sin embargo, una posible transferencia al Paris Saint-Germain (PSG) se ha caído debido a las objeciones del entrenador Luis Enrique.
La impresionante forma de Gyökeres ha generado un amplio interés. Rumores lo vincularon con numerosos clubes, incluidos el Arsenal (supuestamente dispuesto a ofrecer €80 millones), el FC Barcelona y el Manchester United (a petición del entrenador Ruben Amorim). El PSG estaba entre los pretendientes más determinados.
Según Foot Mercato, el director deportivo del PSG, Luis Campos, mantuvo reuniones con los representantes de Gyökeres, con la intención de fichar al delantero por €100 millones. Sin embargo, después de informar al entrenador Luis Enrique del plan, el acuerdo se vino abajo. Enrique supuestamente declaró: “Pueden ficharlo, pero va a jugar muy poco conmigo”.
Enrique citó razones tácticas y futbolísticas para oponerse a la transferencia. Su decisión ha causado fricciones dentro del PSG, con los directivos expresando arrepentimiento por perder a un jugador por el que estaban dispuestos a gastar €100 millones.
Las reservas de Luis Enrique
Además, la relación tensa de Enrique con varios jugadores, marcada por tensiones en el vestuario y críticas públicas, está añadiendo desafíos al club.
La increíble forma de Gyökeres esta temporada (2024-25) subraya el interés en él: 24 goles en 21 partidos, incluidos 16 goles en 12 partidos de la Primeira Liga, 5 goles en 5 partidos de la Champions League y 3 goles en 2 partidos de la Copa de la Liga.
El fracaso del PSG en fichar a Gyökeres destaca las complejidades de las transferencias de alto perfil y el papel crucial de la dinámica entre el entrenador y el jugador. La decisión de Enrique, aunque aparentemente controvertida dentro del club, plantea preguntas sobre su liderazgo y la dirección general del equipo. La oportunidad perdida subraya el valor de Gyökeres y la intensa competencia por su firma.
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