Para una nación que respira fútbol como oxígeno, incluso un solo tropiezo puede desencadenar una tormenta. Pero cuando ese tropiezo se convierte en una serie de contratiempos, y cuando involucra a figuras como Vinicius Junior, Rodrygo y Neymar, la reacción suele ser rápida e implacable.
Más de 14 meses antes de que el mundo vuelva sus ojos a Estados Unidos, Canadá y México para la Copa del Mundo de la FIFA 2026, el equipo nacional más exitoso de la historia está al borde de otra revolución. Brasil, herido, incierto y sin dirección, ha tomado la decisión de destituir a Dorival Junior, pero ¿quién liderará la camiseta más famosa del fútbol mundial? Esa respuesta podría generar titulares por todas las razones equivocadas, especialmente para Neymar, quien podría enfrentarse a un viejo enemigo en el banquillo.
El debacle en Buenos Aires, una aplastante derrota por 4-1 ante los eternos rivales Argentina, dejó más que una cicatriz deportiva. Abrió una herida dentro de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y puso en marcha el fin del breve y problemático reinado de Dorival Junior.
En los días siguientes, Fabrizio Romano lo hizo oficial: “Brasil ha destituido al entrenador Dorival Junior después de la derrota ante Argentina. La decisión se tomó con efecto inmediato ya que la Federación Brasileña comenzó a buscar un reemplazo.” La CBF agregó: “A partir de ahora, la CBF trabajará para encontrar un reemplazo.”
NOTA OFICIAL 🇧🇷
La Confederación Brasileña de Fútbol informa que el técnico Dorival Júnior no comanda más la Selección Brasileña. La dirección agradece al profesional y le desea éxito en la continuación de su carrera. A partir de ahora, la CBF trabajará en busca del sustituto.
Sueño llamado Ancelotti… pero el ‘Plan B’ viste colores portugueses
Brasil aún sueña con Carlo Ancelotti. ¿Quién no? Es el favorito, admirado por Vinicius, respetado por Rodrygo y amado por muchos dentro de la CBF, según múltiples informes. Sin embargo, con su contrato con el Real Madrid que potencialmente lo mantendría en España hasta mediados de 2025, la CBF se está preparando para una alternativa menos romántica, pero más disponible. ¿Su nombre? Jorge Jesus.
Según UOL Esporte, el entrenador portugués, actualmente liderando al Al-Hilal hacia una temporada asombrosamente invicta en Arabia Saudita, es el favorito si Ancelotti rechaza. “La CBF ve a Jorge Jesus como la opción más segura y más inmediata debido a su experiencia y disponibilidad”, dice el informe.
A primera vista, parece lógico. El entrenador de 70 años es un ganador serial. Con Benfica, Flamengo y ahora en la Liga Pro Saudí, los trofeos lo han seguido. En 2019, se convirtió casi en un mito en Río de Janeiro después de entregar los títulos de la Copa Libertadores y el Brasileirão al Flamengo. Esta temporada, los actuales campeones siguen en la carrera por defender su título.
El asunto pendiente de Neymar con Jorge Jesus
Pero el fútbol rara vez se trata solo de trofeos. Jorge Jesus podría traer algo más a Brasil: controversia. Su historia con Neymar podría sacudir el núcleo mismo de este vestuario. Fue hace apenas unos meses cuando Jesus cuestionó abiertamente la condición física de Neymar durante su breve tiempo juntos en Al-Hilal. “Neymar ya no puede jugar al nivel al que estábamos acostumbrados. Es un jugador de clase mundial, pero físicamente no ha podido seguir el ritmo del equipo”, declaró Jesus.
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No fue solo una observación táctica. Fue personal. El exjugador del Barcelona y Paris Saint-Germain, que luego regresó al Santos en Brasil, respondió sin ocultar su frustración. “Obviamente, estaba muy molesto con las palabras de Jorge Jesus cuando dijo que no tenía la capacidad de jugar como el resto del equipo”, confesó el jugador de 33 años.
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Ahora imagina a estos dos reunidos. ¿Podría Neymar, el ícono global de Brasil, aceptar ser dirigido por alguien que dudó públicamente de él? ¿Podría Jorge Jesus confiar en el jugador que una vez consideró un problema?
Además, ¿le dará la CBF las riendas a los campeones del mundo en cinco ocasiones, sabiendo que el capitán del Santos ni siquiera cruzará la puerta si Jesus está en el banquillo? Brasil, aún cuarto en las eliminatorias y prácticamente seguro gracias al nuevo formato de la Copa del Mundo de 48 equipos, ahora enfrenta un dilema más profundo: ¿vale la pena arriesgar una guerra civil en el vestuario por ganar la Copa del Mundo?