Las vacaciones pueden ser caóticas, pero también son el momento perfecto para detenerse y darle amor a tu cuerpo. Para los corredores, esto significa enfocarse en áreas que trabajan mucho durante la temporada de entrenamiento: tus piernas, caderas y parte baja de la espalda. Estas relajantes posturas de yoga se centran en esos puntos clave, ayudándote a recuperarte de entrenamientos intensos y a relajarte del estrés de la temporada.
Postura del ciervo
La postura del ciervo es un giro suave que abre los flexores de cadera apretados mientras le da un alivio muy necesario a tu parte baja de la espalda.
Cómo hacerlo:
Sitúate en el suelo con las piernas dobladas y los pies apoyados.
Deja caer ambas rodillas hacia la derecha, permitiendo que tu cadera izquierda rote hacia adentro. Tus piernas formarán una forma de zigzag.
Coloca las manos detrás de ti para apoyo o inclínate hacia adelante para profundizar el estiramiento. Mantén la postura durante uno o dos minutos, luego cambia de lado.
Postura del puente con apoyo
Este estiramiento suave se dirige a los flexores de cadera, glúteos y parte baja de la espalda para estirar suavemente las caderas mientras relaja el cuerpo. Es un estiramiento de bajo esfuerzo para contrarrestar todo el tiempo sentado y de pie durante las vacaciones.
Cómo hacerlo:
Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies separados a la altura de las caderas.
Levanta tus caderas y desliza un bloque de yoga debajo de tu sacro (parte baja de la espalda). Un soporte o un par de almohadas firmes también funcionan.
Descansa tus caderas en el bloque, permitiendo que tus músculos se relajen. Mantén la postura durante dos o tres minutos, respirando profundamente.
Flexión hacia adelante con piernas abiertas y liberación de hombros
Esta postura combina un estiramiento profundo de los isquiotibiales con una apertura de hombros que libera tensión, perfecta para un enfriamiento después de correr o una sesión de desestresamiento durante las vacaciones.
Cómo hacerlo:
De pie con los pies separados, ligeramente girados hacia adentro.
Entrelaza tus manos detrás de la espalda, uniendo los dedos.
Flexiona hacia adelante desde las caderas, dejando que tus manos caigan hacia el suelo mientras tu cabeza se relaja. Mantén la postura durante uno o dos minutos, respirando profundamente. Si se siente bien, balancea suavemente tu cuerpo de lado a lado.
Postura de piernas contra la pared
Una postura restaurativa clásica, esta mejora el flujo sanguíneo y reduce la hinchazón en las piernas después de correr. Después de una carrera larga o un día de pie, esta postura es como presionar el botón de reinicio.
Cómo hacerlo:
Sitúate de lado junto a una pared, luego eleva las piernas mientras te acuestas hacia atrás.
Desliza tus caderas lo más cerca posible de la pared que te resulte cómodo.
Descansa tus brazos a los lados y cierra los ojos. Permanece aquí durante cinco a diez minutos. Bonus: cúbrete con una manta acogedora y pon música reconfortante.
Estos estiramientos están destinados a ser suaves, así que si experimentas dolor, entumecimiento o hormigueo en algún momento, asegúrate de soltar lentamente y ajustar. Introduce cualquiera de estas posturas en tu rutina diaria, o pasa por todas en una secuencia para una felicidad total en todo el cuerpo.