Desde el momento en que saqué de la caja el Merrell Antora 4, me sentí inmediatamente atraída por su estética. Aunque mi par no era del color blanco hueso que tenía Melissa (que, seamos honestos, no habría permanecido limpio por mucho tiempo dadas mis costumbres en senderos, solo revisen mis reseñas de Brooks para comprobarlo), el tono azul claro era un cambio refrescante de los típicos zapatos de senderismo de tonos oscuros que he usado en el pasado. Añadió un buen toque de color sin ser excesivamente llamativo, lo cual aprecié.
Más allá de la apariencia, me impresionó la sensación ligera del Antora 4. A diferencia de los zapatos de senderismo más voluminosos y robustos, este logró un gran equilibrio entre comodidad y agilidad. Se sintió ágil bajo los pies, convirtiéndose en una excelente opción para corredores que no quieren sentirse frenados. Otra característica destacada fue la caja de dedos abierta y acolchada, que fue una mejora notable respecto al Morphlite. El espacio adicional proporcionó un ajuste cómodo, permitiendo que mis dedos se expandieran de forma natural, una característica esencial para carreras en senderos. De hecho, me recordó al Teva Trailwinder.
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