¿Son seguros tus suplementos? Lo que los corredores necesitan saber

Si has seguido el running de élite en los últimos años, probablemente hayas visto historias de atletas que dan positivo por sustancias prohibidas, solo para culpar a los suplementos contaminados. ¿Realmente los suplementos están contaminados con tanta frecuencia? Y si los profesionales tienen dificultades para asegurar que sus suplementos sean seguros, ¿qué significa eso para el resto de nosotros?

Riesgo de suplementos contaminados

Hay una creciente evidencia que debería hacer que todos, corredores profesionales o no, se detengan antes de tomar esa supuesta pastilla saludable. Estudios sobre suplementos dietéticos en todo el mundo han revelado tasas de contaminación del 12 al 58 por ciento, ya sea por contaminación accidental o etiquetado intencional o negligente. Algunos contienen estimulantes no declarados, esteroides o diuréticos, ingredientes que no solo podrían desencadenar una prueba de drogas positiva, sino que también podrían representar serios riesgos para la salud.

A diferencia de los medicamentos recetados, los suplementos dietéticos no están estrictamente regulados. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) no prueba los suplementos antes de que lleguen al mercado. Del mismo modo, si bien el sector de suplementos dietéticos de Canadá ha desarrollado varios estándares regulatorios para garantizar la seguridad, admiten que estos requisitos no siempre se implementan correctamente. En su lugar, los organismos reguladores a menudo intervienen solo después de que surjan problemas, como efectos adversos reportados o pruebas de drogas fallidas. Esto significa que la responsabilidad recae en el consumidor para elegir los productos cuidadosamente.

¿Deberían preocuparse los corredores recreativos?

Aunque la mayoría de los corredores no están sujetos a reglas antidopaje, la seguridad de los suplementos sigue siendo importante. Contaminantes como anfetaminas, esteroides o estimulantes pueden tener efectos dañinos a largo plazo, incluso para aquellos que no compiten profesionalmente. Además, etiquetas engañosas pueden significar que no estás obteniendo lo que pagaste, ya que algunos suplementos han demostrado contener mucho menos (o mucho más) de un ingrediente de lo anunciado.

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Cómo protegerte

Para minimizar tu riesgo, sigue estas pautas:

Busca certificaciones de terceros: Organizaciones como NSF Certified for Sport, Informed Sport y USP prueban los suplementos en busca de sustancias prohibidas y precisión en el etiquetado. Elegir productos certificados reduce significativamente tu riesgo.

Sé escéptico ante afirmaciones audaces: Si un suplemento promete un crecimiento muscular rápido, pérdida extrema de grasa o “mejora del rendimiento natural”, es una señal de alerta. Muchos de estos productos son los que más a menudo se encuentran que contienen estimulantes o esteroides ocultos.

Lee cuidadosamente la etiqueta: Los ingredientes pueden estar listados bajo nombres poco familiares. Si no estás seguro acerca de un ingrediente, consulta la Lista de Sustancias Prohibidas de la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) o consulta a un experto en nutrición deportiva.

Quédate con marcas de confianza: Las empresas establecidas con sólidas reputaciones en control de calidad son una apuesta más segura que las marcas nuevas o menos reguladas.

Sé cauteloso con los mercados en línea: Algunos vendedores en línea ofrecen suplementos de distribuidores externos, lo que aumenta el riesgo de productos adulterados o falsificados.

La conclusión

Los corredores ponen mucho esfuerzo, y lo último que necesitas es un suplemento que sabotee tus esfuerzos. Si bien algunos suplementos pueden apoyar el entrenamiento y la recuperación, también conllevan riesgos. La mejor manera de mantenerse seguro es priorizar alimentos integrales para la nutrición y, si decides tomar suplementos, asegúrate de que estén probados por terceros y provengan de una fuente confiable.