Es difícil encontrar algún economista de renombre que no critique la política arancelaria implementada en EE.UU. Los que más la defienden suelen ser personas con escasos conocimientos económicos que opinan como expertos, con argumentos espurios e ideológicos, minimizando los efectos perjudiciales de los aranceles en el comercio y el crecimiento económico. En este artículo se comentan las opiniones de economistas famosos y respetados a lo largo de la historia que han analizado los efectos de los aranceles en la economía, mostrando cómo tienden a generar ineficiencias, pérdidas de bienestar y efectos distributivos regresivos, entre otros.
El primero de ellos fue Adam Smith, quien en su obra “La Riqueza de las Naciones” (1776) defendió firmemente el libre comercio. Argumentó que los aranceles distorsionan la asignación eficiente de los recursos y promueven monopolios nacionales ineficientes que penalizan al consumidor. Otro importante defensor del libre comercio fue David Ricardo, quien en sus “Principios de Economía Política” (1817) expuso su teoría de la ventaja comparativa, demostrando que todos los países se benefician del comercio internacional, incluso aquellos que son menos eficientes en la producción de todos los bienes que fabrican, especializándose en lo que producen relativamente mejor.
En el siglo XX, muchos destacados economistas también escribieron sobre la libertad económica y el comercio internacional. Entre ellos se destacan Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, de la famosa escuela austriaca del liberalismo clásico, que fueron defensores de los mercados abiertos. También se destaca Paul Samuelson, quien publicó varios artículos académicos mostrando cómo el libre comercio puede llevar a una igualación de precios de factores y aumentar el bienestar global. Basándose en el modelo desarrollado por Heckscher-Ohlin (H-O), Samuelson demostró que el comercio permite una mejor utilización de los factores de producción, beneficiando a todos. También demostró formalmente que los aranceles generan pérdidas de eficiencia, provocando una asignación subóptima de recursos que perjudica a los consumidores.
Milton Friedman, un radical defensor del libre mercado, también fue crítico de los aranceles, argumentando que cualquier interferencia gubernamental en el comercio reduce la libertad individual y la eficiencia económica, perjudicando a los consumidores y generando lobbies para mantener sus privilegios. Otro gran teórico del comercio internacional fue Jagdish Bhagwati, que en su obra “Proteccionismo” (1988) demostró cómo los aranceles distorsionan los mercados y facilitan que grupos de interés capturen la política comercial, beneficiándose a costa del resto. Krugman y Haberler también hicieron importantes contribuciones a la teoría del comercio internacional.
Existen muchos otros economistas con un gran peso en la profesión económica que han criticado los aranceles desde diferentes perspectivas, pero el espacio se me queda corto. No se trata de “puntos de vista”, como me dijo un amigo abogado muy suelto de huesos, sino de informarse bien antes de opinar y escuchar a los que saben.