Pienso que la segunda administración de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos ha sido algo predecible, ya que está cumpliendo con lo que prometió en campaña. A pesar de tener más experiencia y un equipo más cohesionado, se observa cierta improvisación y falta de claridad en sus decisiones, lo cual genera incertidumbre a nivel nacional e internacional. Esto dificulta la planificación y estrategias de otros países, incluido el Perú, que se ven afectados por la falta de coherencia en las políticas estadounidenses.
En cuanto a la relación con Rusia, Trump parece buscar un entendimiento en lugar de confrontación, lo que ha generado cierta preocupación en Europa. Mientras los europeos buscan mantener su integridad territorial y defensa frente a Rusia, Trump parece preferir evitar un conflicto mayor y establecer acuerdos con Putin. Esta postura puede influir en las relaciones internacionales y en la OTAN, ya que Rusia busca evitar la expansión de la Alianza Atlántica.
En relación al conflicto entre Israel y Palestina, la situación es aún más complicada debido a las diferencias históricas y religiosas en la región. La rivalidad entre ambos países, sumada a las tensiones religiosas y fundamentalistas, hace que la solución sea aún más difícil de alcanzar. Expertos señalan que la complejidad del conflicto requiere de un enfoque cuidadoso y pacífico para lograr avances significativos.