Cuando los mercados aún no se recuperan de los embates comerciales desatados desde el 3 de abril, tras el muro arancelario levantado por Donald Trump, Washington precisó ayer que las tarifas a China alcanzarán a 245%, y que se evaluarán nuevos gravámenes sobre minerales críticos, tierras raras y litio. Según la orden ejecutiva firmada por el mandatario, esta estrategia busca fortalecer la seguridad nacional de EEUU y reducir su dependencia de suministros extranjeros.
Chile puede jugar un rol relevante en un escenario en que EEUU, China y la UE compiten por asegurar suministros de minerales estratégicos.
En los hechos, la medida profundiza un conflicto comercial en expansión, enmarcado en la disputa de poder entre EEUU y China, que ya impacta a sectores clave de la economía global, y cuyas esquirlas amenazan a países como Chile, poseedor de las mayores reservas de litio en salares, a nivel mundial.
Una eventual nueva alza arancelaria debe leerse en el contexto de la decisión de China de prohibir exportaciones de tierras raras pesadas a Estados Unidos, lo cual significa un serio problema para la industria militar y de alta tecnología de este país. Trump invocó recientemente poderes de emergencia para reactivar la producción doméstica de minerales críticos, en un intento por reducir su dependencia del exterior. Sin embargo, EEUU carece de insumos suficientes y los análisis expertos advierten que poner en marcha una mina de tierras raras en su territorio podría tardar cerca de 29 años.
Este es el telón de fondo de la delegación chilena, liderada por la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza, que viajó a Washington para explorar fórmulas que eximan a Chile de los aranceles recíprocos. La nueva orden ejecutiva abre un flanco sensible para el litio, mineral clave para la transición energética global.
En este escenario, en que EEUU, China y la UE compiten por asegurar suministros de minerales estratégicos, Chile puede desempeñar un rol relevante. La reacción del gigante asiático ante el acuerdo entre Codelco y SQM para explotar el Salar de Atacama así lo demuestra.
En consecuencia, el país debe responder con una política de Estado clara, orientada al largo plazo, más allá de los ciclos políticos. La estabilidad y proyección de las relaciones comerciales exige actuar con visión estratégica. Dado que Chile está impulsando proyectos clave para minerales como cobalto y tierras raras, es esencial proteger su posicionamiento con una diplomacia económica activa y asociaciones que fomenten el desarrollo de proveedores, capacidades tecnológicas y capital humano. No basta con exportar recursos: el desafío es integrarse a cadenas de valor sofisticadas que potencien una nueva fase de desarrollo productivo.