España ha demostrado nuevamente su dominio en el fútbol femenino juvenil al consagrarse campeona mundial en el torneo Sub-17, reeditando el título obtenido en una final marcada por la emoción y el suspenso en Bombay. En esta ocasión, Marina Artero levantó el trofeo tras una final en la que España derrotó a Colombia por un ajustado 1-0, consolidando así la hegemonía de las selecciones juveniles españolas, que en los últimos cinco meses han logrado ser campeonas mundiales en la categoría Sub-20, campeonas europeas Sub-19 y subcampeonas europeas Sub-17.
El camino hacia el título no estuvo exento de tensión. En cada fase, España se enfrentó a grandes retos, desde los cuartos de final contra Japón hasta la semifinal contra Alemania. En la final ante Colombia, un gol anulado y varias oportunidades intensas añadieron una dosis extra de drama. El gol decisivo, marcado en el segundo tiempo tras un rebote en la defensa luego de un disparo fallido de Laia Martret, selló el destino del partido y coronó a España como la reina del suspenso en el fútbol juvenil.
Una cantera dorada
La victoria confirma la fortaleza de la cantera del fútbol femenino español. En el último año, España ha demostrado ser una potencia en el fútbol juvenil femenino, acumulando títulos y subcampeonatos en competiciones europeas y mundiales. Este triunfo fue una revancha para muchas jugadoras que, meses atrás, experimentaron la frustración de perder en la tanda de penaltis en el Campeonato Europeo Sub-17 frente a Alemania. Ahora, esas lágrimas de desilusión se han transformado en lágrimas de alegría y euforia.
España toma el control, pero Colombia amenaza
Desde el inicio, España intentó controlar el ritmo del partido, pero Colombia no se lo puso fácil. Las colombianas comenzaron con ímpetu, buscando sorprender a las jugadoras de Kenio Gonzalo antes de que pudieran asentarse en el campo. En los primeros minutos, una falta lateral cobrada por Gabriela Rodríguez obligó a la portera Sofía Fuente a intervenir cerca del larguero, evitando así un gol temprano que podría haber cambiado el rumbo del encuentro.
Sin embargo, España mantuvo la calma y consiguió hacerse con la posesión del balón, aunque no logró un dominio total. La defensa colombiana, compacta y bien organizada, complicó cada intento de avance de las españolas, quienes se vieron obligadas a probar desde fuera del área y a confiar en jugadas a balón parado para generar peligro. Cristina Librán fue una de las jugadoras más destacadas en estos intentos, lanzando dos potentes disparos desde la frontal que pusieron en aprietos a la portera rival, Agudelo.
Por otro lado, Colombia no dejó de ser una amenaza, especialmente con la presencia de Linda Caicedo, una de las delanteras más prometedoras del fútbol mundial. Aunque apareció pocas veces, cada vez que Caicedo tomó el balón, creó peligro para la defensa española, con sus rápidas escapadas y disparos que generaban constantes alertas.
Gol anulado y persistencia
La segunda mitad comenzó con emoción cuando Jone Amezaga logró desbordar por la banda derecha y centrar para que Cristina Librán, en el área pequeña, intentara anotar. Aunque el primer remate fue bloqueado por Agudelo, el balón terminó en la red tras un rebote en una jugadora del Madrid CFF. Sin embargo, después de una revisión exhaustiva del VAR, el gol fue anulado debido a una mano en la jugada, dejando a España sin el tan ansiado tanto de ventaja.
A pesar de este revés, España continuó presionando, recordando los momentos difíciles vividos en la fase de grupos. Al igual que en esos encuentros, la energía inicial de Colombia comenzó a disminuir, y poco a poco fueron apareciendo los espacios que las españolas necesitaban para avanzar. Gonzalo, buscando oxigenar el equipo, introdujo a Paula Partido y a Laia Martret, quienes fueron decisivas en los minutos finales.
El esfuerzo recompensado
La perseverancia de España tuvo su recompensa. En el tramo final del encuentro, cuando parecía que el partido se encaminaba a una prórroga, una jugada fabricada por las recién ingresadas Partido y Martret culminó en el ansiado gol que selló la victoria. Con esta anotación, España se proclamó campeona mundial Sub-17, reafirmando su posición como una de las potencias indiscutibles del fútbol femenino juvenil a nivel global.
Esta nueva victoria es un reconocimiento al esfuerzo y dedicación de una generación de futbolistas jóvenes que, con determinación y talento, han llevado el nombre de España a lo más alto del fútbol femenino internacional.