El gobierno estadounidense confirmó el domingo avances significativos hacia un posible acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, aunque advirtió que persisten desafíos críticos.
El secretario de Estado Marco Rubio declaró en NBC News que las negociaciones están «más cerca que en cualquier momento de los últimos tres años», pero subrayó que aún no se ha alcanzado un consenso definitivo. Rubio manifestó cautela optimista al señalar: «Existen motivos para la esperanza, pero también factores preocupantes».
Sus declaraciones coincidieron con nuevas amenazas del presidente Donald Trump, quien prometió imponer sanciones económicas más duras contra Vladímir Putin si continúa la escalada bélica. «Demasiadas vidas se pierden diariamente», afirmó el mandatario estadounidense.
En un giro diplomático relevante, Trump sostuvo un encuentro bilateral de 15 minutos con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski antes del funeral en la Basílica de San Pedro. El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, calificó la conversación como «extraordinariamente productiva», aunque no reveló detalles específicos.
Analistas internacionales destacan que este acercamiento marca un punto de inflexión en el conflicto, pero advierten sobre la complejidad de los temas pendientes. Entre los obstáculos figuran el estatus de Crimea, las garantías de seguridad para Ucrania y el retiro completo de tropas rusas.
Fuentes cercanas a las negociaciones sugieren que ambos bandos estarían dispuestos a ceder en algunos puntos estratégicos, aunque mantienen posturas irreconciliables en otros. La comunidad internacional sigue con expectativa estos desarrollos, mientras organizaciones humanitarias exigen acelerar el proceso para evitar más víctimas civiles.