Creo que la Fiscalía debe dar una explicación sobre el caso de Susana Villarán, ya que su confesión en los medios no se refleja en el expediente. Es llamativo que solo ella y José Miguel Castro estén siendo investigados, cuando hubo un movimiento de fondos en la campaña del “NO” y en la reelección. Además, las acusaciones de Jaime Villanueva sobre influencias externas en la Fiscalía plantean interrogantes sobre este caso.
Es extraño que Villarán solo esté siendo investigada por lavado de activos y no por organización criminal, a diferencia de otros casos como el del APRA o Solidaridad Nacional. Esto plantea dudas sobre la actuación de la Fiscalía en este caso.
El órgano encargado de supervisar estas anomalías debería intervenir para garantizar la transparencia en el proceso. La lentitud en los casos relacionados con Odebrecht también es preocupante, especialmente en el caso del Gasoducto Sur Peruano.
El proceso de Odebrecht y el CIADI está marcado por la falta de una resolución radical por parte del gobierno de Kuczynski, lo que ha llevado a la demanda de la empresa ante el CIADI. La falta de acción en este caso demuestra una irresponsabilidad por parte del equipo especial encargado del caso.
La falta de acción en el caso de Villarán a pesar de su confesión en los medios demuestra una negligencia por parte de la Fiscalía. Es incomprensible que este caso se haya demorado tanto en comparación con otros casos similares. El Equipo Especial parece tener dificultades para avanzar en este caso, lo que plantea interrogantes sobre su imparcialidad.