Tras un período prolongado de baja actividad, las inversiones en infraestructura han experimentado una recuperación sostenida, alcanzando un aumento anual del 3,6% al cierre de 2024, con siete meses de incremento continuo, según el balance de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Esta tendencia se proyecta de manera creciente en el presente ejercicio, gracias a la ambiciosa cartera 2025 del Ministerio de Obras Públicas por US$ 8.400 millones. Este plan incluye iniciativas estatales por US$ 2.394 millones en 559 adjudicaciones y un plan de concesiones de US$ 6.000 millones en 14 proyectos. El presidente de la CChC, Alfredo Echavarría, mencionó que “el Gobierno reimpulsó la asociación público-privada a través del sistema de concesiones. Así, ya estamos con varios proyectos adjudicados y un plan de licitaciones gigantesco”, durante la apertura del primer Congreso Nacional de Infraestructura la semana pasada.
Este panorama es compartido por la industria y los expertos, quienes destacan el protagonismo de los desarrollos en curso en desaladoras, puertos y trenes. Además, se enfatiza en la importancia de priorizar las inversiones en la ampliación de la capacidad de servicio de las actuales carreteras, con la Ruta 68 como ejemplo paradigmático. También se insta a explorar nuevos frentes en infraestructura, como obras complementarias que “generen suelo para solucionar el problema de vivienda vía concesiones, así como atender la demanda que requerirá la partida de los futuros productores de hidrógeno verde en Magallanes”, según resaltó el expresidente de Copsa, Leonardo Daneri.
El director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), Carlos Cruz, destaca los avances en el largamente esperado corredor bioceánico regional entre el sur de Brasil y el norte de Chile, el proyecto Corredor de Capricornio de 2.300 kilómetros, mencionando que “es una iniciativa que tenemos que mirar muy en serio; en Brasil existe la disposición -particularmente del estado de Mato Grosso do Sul- a sacar sus productos por los puertos del Pacífico”.
El auge de las desaladoras
La nueva desaladora de Coquimbo, con una inversión de US$ 350 millones, marca un hito en el desarrollo de esta industria para el consumo humano, ya que su objetivo es producir agua para abastecer a 460 mil habitantes. Se espera que las ofertas se reciban el 10 de julio próximo. El director general de Concesiones del MOP, Juan Manuel Sánchez, mencionó que “vendimos 43 bases a empresas de todo el mundo y esperamos un éxito en la recepción de ofertas en las fechas estipuladas. Es una iniciativa nueva en concesiones que va a resolver un problema a la vuelta de la esquina, que es la posibilidad cierta de estrés hídrico”.
Además, se destaca la importancia de lograr sacar adelante este proyecto emblemático en 2025, con el objetivo de desarrollar un modelo concesional que resuelva problemas para el consumo humano y brinde seguridad hídrica entre Copiapó y el Maule, apoyando actividades mineras y cultivos en la zona agrícola más rica de Chile.
Proyectos en San Antonio
El megaproyecto Puerto Exterior de Puerto San Antonio, con una inversión global de US$ 4.000 millones, recibió un impulso a sus obras preliminares con la aprobación de un crédito por US$ 150 millones de CAF. Este financiamiento permitirá avanzar en obras habilitantes y medidas de compensación ambiental para la fase 1, que será financiada con fondos públicos por US$ 1.500 millones. La licitación de las primeras obras de Puerto Exterior cuenta con 29 compañías en fase de precalificación, con miras a adjudicar los contratos en el primer trimestre de 2026.
Carlos Cruz menciona que “el principal problema a resolver es si Chile necesita tener un puerto para recibir naves de gran envergadura, lo cual sería una señal importante del compromiso del Estado con un modelo de desarrollo abierto al exterior”.
El año de los trenes
El proyecto ferroviario que unirá Santiago y Valparaíso, con una inversión global de US$ 3.820 millones, avanzó en febrero pasado con la licitación del estudio integral y la recepción de siete ofertas técnicas. El Gobierno mantiene su compromiso de llamar a licitación para las obras durante su período, con el objetivo de tener los primeros trenes funcionando en 2030. Además, se destacan los proyectos de trenes de cercanía que unirán la capital con Batuco y Melipilla, con una inversión de US$ 1.877 millones y US$ 470 millones respectivamente.
El desarrollo de la infraestructura en Chile muestra signos positivos de recuperación y crecimiento, con importantes proyectos en marcha que contribuirán al desarrollo económico y social del país en los próximos años.