Ciudad de México. La lluvia cae sin cesar y el pueblo comienza a moverse. Pasadas las 21 horas, los estragos del aguacero ya han quedado atrás y la asistencia a la ceremonia del grito de Independencia es masiva en la plancha del Zócalo.
Frente a la valla que rodea la fachada de Palacio Nacional, una fila de militares vestidos de paisano vigila la ceremonia. Detrás de ellos, el espacio más cercano al balcón presidencial está reservado para los portadores de gafetes o un brazalete especial.
Hacia las 22 horas, el grupo Frontera comienza su concierto y el Zócalo se enciende. Un grito de júbilo celebra el inicio del grupo originario de Texas: “¡Viva México!”, exclama el cantante, y la plaza, una vez superada la lluvia, se entrega por completo.