La detención arbitraria de Mario González, padre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, ha generado preocupación en la Ciudad de México. González fue liberado aproximadamente tres horas después de haber sido detenido por policías de Tixtla el pasado sábado.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció que la policía municipal detuvo a González sin motivo aparente, golpeándolo y llevándoselo con violencia hacia el centro de la ciudad. Esta actuación ha sido condenada por diversas organizaciones, que exigen una revisión exhaustiva de las prácticas policiales en Tixtla.
En un comunicado, Tlachinollan responsabilizó al gobierno municipal y a los policías por las afectaciones sufridas por don Mario. Asimismo, se exige conocer el paradero de González y se demanda que los responsables de la detención arbitraria reciban un castigo ejemplar para evitar que se repitan casos similares en el futuro.