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“El precio de la grandeza es la responsabilidad.”
Winston Churchill
Desafortunadamente ya se perdieron los tiempos en los que un mandatario podía tomar todas las decisiones que quisiera para su país, siempre y cuando fuera querido y respetado por su pueblo, el último que logró esto fue Winston Churchill, el parlamento inglés siempre lo apoyó y toda Inglaterra siempre estuvo de acuerdo en todo lo que decía, ahora todo es diferente.
En el presente ensayo no voy a tocar el tema de muchas de las decisiones que ha tomado Donald Trump al firmar sus documentos con su ya muy famoso plumón indeleble, yo le recomendaría que lo hiciera mejor con una pluma fuente, pero lo que si me interesa analizar es el tema de los aranceles que decidió imponer a la industria automotriz.
Como todos sabemos, fabricar automóviles y vehículos de transporte, ya sea de gasolina, de diésel o eléctricos, ya es un proceso relativamente sencillo, es una continuación alegórica de la revolución industrial, y eso debió haber hecho que bajen de precio todos los automóviles y vehículos en general, lo que no han hecho los vendedores de dichos automóviles y vehículos hasta ahora, al contrario, incluso al respecto se supo que uno de los directivos de Nissan de Japón tuvo un problema muy serio recientemente por una cuestión de corrupción correspondiente a éste tema.
También todos conocemos los costos elevadísimos de los servicios y las reparaciones de los automóviles en las agencias donde los venden, donde se tienen que hacer estos trabajos forzosamente, ya que por la misma tecnología que tienen los automóviles y vehículos nuevos, no se pueden reparar en talleres tradicionales, también las reparaciones de hojalatería son infinitamente caras, y más que ahora los coches y automóviles ya los hacen de fibra de vidrio y hasta de plástico, en México lo sabemos muy bien, un coche nuevo que va a la agencia con el pago del seguro por un daño menor genera un costo enorme.
Por eso la ideología del presidente Donald Trump de imponer aranceles al imperio automotriz que en la actualidad está dominando la economía mundial de muchas maneras, es un acto leal, justo y equitativo, sin tener que hacer mayores análisis al respecto.
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Y por eso también sería interesante ver que todas las demás propuestas del presidente Donald Trump firmadas con su plumón indeleble se aprueben, incluyendo lo de Groenlandia, lo de Canadá, lo de los otros aranceles, lo del Canal de Panamá, lo de Medio Oriente y lo de Gaza, lo del Salvador y Argentina, lo de las criptomonedas, lo de la desaparición de las agencias de salud superfluas, y ver que todo funcione tal y como él lo propone, y tal como lo hizo Churchill en su momento, y si no funcionan dichas propuestas, irlas revocando, pero si dale la oportunidad a Trump de qué todo lo que dice se apruebe en primera instancia, ya demostró ser un gran hombre cuando fue presidente de los Estados Unidos por primera ocasión.
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