El SAT (Servicio de Administración Tributaria) supervisa de cerca el uso de tarjetas de débito en México, lo cual genera dudas entre los cuentahabientes.
Una de las preguntas más comunes es si hay un límite de dinero que se pueda tener en una tarjeta de débito sin provocar problemas fiscales.
Aunque el SAT no ha establecido un monto límite para el saldo de una tarjeta de débito, sí monitorea los depósitos y transferencias realizadas. En particular, las operaciones que superan los 15 mil pesos al mes pueden ser revisadas para verificar la procedencia de los fondos.
Si el contribuyente puede demostrar que el dinero proviene de ingresos declarados o actividades legales, no se aplicarán sanciones ni impuestos adicionales. Sin embargo, si no se puede justificar el origen del dinero, el SAT podría iniciar un requerimiento fiscal y aplicar multas.
Para evitar problemas con el SAT, es esencial llevar un registro claro de los ingresos y asegurarse de declarar correctamente todas las actividades económicas. Esto no solo ayuda a prevenir sanciones, sino que también mantiene un historial fiscal limpio y ordenado.
Aunque el SAT no establece un máximo para los saldos en tarjetas de débito, los bancos sí fijan límites de depósito según el nivel de la tarjeta:
Nivel 1: Límite mensual de 5 mil 700 pesos, dirigido a personas físicas con operaciones básicas.
Nivel 2: Límite mensual de 22 mil 800 pesos, para personas físicas con mayor actividad económica.
Nivel 3: Límite mensual de 7 mil pesos, orientado a personas físicas y empresas con ingresos más altos.
Nivel 4: No tiene límite de depósitos mensuales, aunque el banco puede establecer restricciones según el perfil financiero del cliente.
Si un usuario excede los límites de su tarjeta, el banco está obligado a notificar al SAT, lo que podría derivar en una revisión fiscal.
En caso de superar los límites de depósito establecidos por el banco, es recomendable contar con documentación que respalde los ingresos, como:
Comprobantes de nómina.
Declaraciones fiscales.
Facturas emitidas o recibidas.
Para evitar problemas con el SAT, se recomienda consultar a un contador y asegurarse de que todas las operaciones financieras cumplan con las disposiciones vigentes.