Mejor morir que estar en la cárcel…

Rodolfo Márquez ha sido encontrado culpable del delito de tentativa de feminicidio. Antes de conocer la sentencia, su madre ya había expresado que “sería mejor que su hijo se fuera con su papá que vivir en prisión”. ¿Y dónde está su padre? Fallecido.

Xóchitl prefiere que la vida de su hijo se acabe a tenerlo encarcelado, ya que podría enfrentar una pena de entre 13 y 48 años de prisión. Pronto se determinará cuántos años pasará el arrogante “Fofo” en una de las peores prisiones del Estado de México, el penal de Barrientos. El agente del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México solicitó al juez la pena máxima de 48 años de cárcel.

Es un deseo siniestro, malévolo, egoísta, que una madre prefiera a su hijo muerto en lugar de verlo en prisión. La “desdichada” madre ha declarado: “He sido blanco de agresiones por lo que él hizo, no yo”. “Muchas personas nos han dejado de hablar a mi hijo y a mí”. “Nos rayan los carros y nos insultan”.

Ella no piensa en la brutal golpiza que su hijo Rodolfo le propinó a Edith “N”, una mujer de 52 años. No considera que pudo haberla matado.

La madre de Márquez no entiende por qué la víctima no le otorgó el perdón a su hijo. No comprende por qué la agredida no se da cuenta de “todo lo que ellos sufren”. Se pregunta si la señora golpeada está recibiendo terapia o no, “porque el primer paso de la terapia es el perdón. Este es para ella, no para la persona que te causó el daño. Es soltar y seguir adelante. Entiendo que ella sienta mucho odio y rencor”.

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Lo que la madre de Márquez no entiende es el terror que vivió Edith. Que su hijo arrogante la golpeó con premeditación y ventaja. Xóchitl no lamenta el dolor físico que su violento hijo causó a Edith “N”; no piensa en los golpes y patadas que le propinó. En la sangre. En el desconcierto en el que ella se encontraba. Sola, hasta que una mujer acudió en su ayuda. Le ofreció llevarla al hospital, ya que había presenciado todo; fue testigo de la golpiza. Edith “N” parecía perdida por los golpes… Y Xóchitl, la madre del agresor, no piensa que su hijo dejó a Edith “N” tirada en la calle con el riesgo de ser atropellada. No comprende. No entiende nada.

Xóchitl solo piensa en sí misma. Prefiere a su hijo muerto que en la cárcel. ¿Narcisista? ¿Siniestra?

Márquez fue declarado culpable del delito de tentativa de feminicidio en la audiencia del 24 de enero. Sus familiares no lograron que fuera acusado de lesiones.

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Rodolfo pidió disculpas antes de conocer su sentencia. Durante la audiencia previa a la resolución final, el pasado 22 de enero, el sujeto tomó la palabra para solicitar la compasión del juez y expresar su arrepentimiento por lo ocurrido.

“Reaccioné de la manera más equivocada. Yo no soy capaz de matar a nadie, ni siquiera a un perro. Le pido a su señoría que no destruya mi vida. Tengo 27 años y le pido que no me juzguen como un caso mediático, sino por el delito que cometí. Quiero aprovechar este momento para pedir una disculpa pública a la señora Edith y a todas las mujeres de México. Que sirva de ejemplo para las jóvenes del país y que el daño no se repita”.

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Ante las palabras de Márquez, Edith “N” se negó a concederle el perdón y argumentó que su arrepentimiento no parecía sincero.

“Tengo un hijo de la misma edad, pero debemos entender que los actos tienen consecuencias. Como madres, a veces tomamos acciones que perjudican a nuestros hijos en el futuro”.

Xóchitl, la madre de Rodolfo, no piensa en el daño que le pudo haber causado a su hijo; solo piensa en el daño que Rodolfo le causa a ella. Prefiere muerto que en prisión.

“Sin ustedes, no habría tenido voz. Quiero decirles a todas las mujeres que recuerden que sí hay justicia, que hay quienes las escuchan sin importar quién sea el agresor”, declaró Edith “N” mientras las lágrimas recorrían su rostro.

“¡Hay justicia!”, dijo Edith, con la voz entrecortada…