Este jueves, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, tuvo diversas reuniones en la Región del Biobío para conocer las medidas tomadas tras el atentado terrorista que afectó la construcción de la central hidroeléctrica Rucalhue, propiedad de inversionistas chinos y donde resultaron quemados 50 camiones el fin de semana pasado.
Una de las reuniones fue con el embajador de Chile en China, Pablo Arriarán, acompañado por el embajador de China en Chile, Niu Qingbao, el gerente general de Rucalhue Energía, Haibo Zhou, y el gerente comercial, Shan Jiao.
Tras el encuentro, Cordero explicó que “la reunión con la empresa y el embajador de China en Chile fue una conversación sobre el compromiso mutuo respecto a las medidas de seguridad para la construcción del proyecto de la central Rucalhue”.
El ministro enfatizó que se transmitió a los representantes de la empresa china la preocupación del Estado por los hechos ocurridos, las medidas adoptadas y la reacción del Gobierno, que incluye repudiar el incidente y brindar tranquilidad a los inversionistas, asegurando que el Estado de Chile asume la responsabilidad en este tipo de situaciones para mantener la confianza en la inversión, ya que si bien esta vez afectó a una inversión china, en el futuro podría afectar a cualquier otra inversión.
Respecto a las medidas de seguridad adicionales, Cordero mencionó que se han discutido y exigido a la empresa para la fase de construcción, sin entrar en detalles específicos.
También se informó que la empresa tiene seguros comprometidos para los subcontratistas, mayoritariamente PYME, y que la liquidación de estos seguros se completará la próxima semana, permitiendo a los subcontratistas afectados acceder al fondo de reparación de víctimas de violencia rural.