El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia este jueves al expresar su frustración por la falta de recorte en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. En una declaración a los periodistas en la Oficina Oval, Trump mencionó que podría forzar la salida del presidente de la Fed, Jerome Powell, rechazando la idea de independencia del banco central. Esto desató especulaciones sobre un posible despido de Powell, a quien Trump ha criticado por considerar que ha sido demasiado lento en actuar.
En una publicación en redes sociales, Trump había manifestado su descontento con Powell, llegando a decir que su despido no podía llegar lo suficientemente rápido. Además, en sus declaraciones en la Casa Blanca, Trump calificó a Powell como “terrible” y señaló que la falta de recorte en las tasas de interés ha afectado negativamente la economía. El presidente argumentó que una reducción en las tasas estimularía el crecimiento económico al hacer que los costos de préstamos fueran más bajos, favoreciendo así a diversos sectores como el petrolero y el de la gasolina.
A pesar de las declaraciones de Trump, los mercados financieros no reaccionaron significativamente, ya que las acciones seguían al alza debido al optimismo generado por posibles acuerdos arancelarios con la Unión Europea y Japón. En este sentido, los bonos del Tesoro retrocedieron levemente, mostrando una relativa estabilidad a pesar de la controversia en torno a la Fed.
El mandato de Powell como presidente de la Reserva Federal se extiende hasta 2026, lo que plantea dudas sobre la posibilidad de un despido por parte de Trump. El propio Powell, en declaraciones recientes en Chicago, ha reiterado que la Fed no tiene prisa por recortar las tasas de interés, optando por esperar mayor claridad sobre la situación económica antes de tomar decisiones.
En resumen, las declaraciones de Trump respecto a Powell y la Fed han generado incertidumbre en los mercados financieros, aunque por el momento no se han tomado medidas concretas al respecto. La controversia en torno a la independencia del banco central y la política monetaria continúa siendo un tema de debate en Estados Unidos.