La oposición brasileña en el Parlamento criticó la concesión de asilo político a la ex primera dama peruana Nadine Heredia, quien ha sido condenada a quince años de prisión por lavado de activos procedentes de la empresa brasileña Odebrecht.
«¿Se convertirá Brasil en un refugio para corruptos o narcotraficantes de otros países? ¿No tenemos ya suficientes aquí?», escribió en su perfil de X el senador Sergio Moro, del partido União Brasil, quien en su etapa como magistrado fue el juez que ordenó encarcelar al actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en la causa Lava Jato, en la que se destaparon los sobornos de Odebrecht.
Moro apunta contra el actual mandatario brasileño, pues, según dice, siempre busca mostrarse como un perseguido político, por lo que simpatiza con el accionar de Nadine Heredia.
“Lula quiso hacer un gesto político, porque él mismo fue condenado por corrupción, y después esa decisión fue revisada, y él busca en todo momento presentarse como alguien que está siendo perseguido políticamente. Que el proceso fue político y que él, de hecho, era inocente. Y, de hecho, ningún tribunal brasileño jamás ha dicho que era inocente. La opinión pública, prácticamente unánimemente, ha condenado la concesión de este asilo político, entendiéndolo como un grave error y también una ofensa a la justicia peruana, algo que Brasil no debería hacer”, indicó.
Su esposa, Rosângela Moro, diputada por el mismo espacio político, expresó que la concesión del asilo por parte del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva «no es ninguna sorpresa», ya que «los corruptos y el PT (Partido de los Trabajadores) tienen los mismos valores».
Miembros de la bancada política opositora en el Senado también se opusieron al uso de un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para trasladar a Heredia desde Lima a Brasilia.
«Vergüenza nacional»
Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del expresidente Jair Bolsonaro y senador por el Partido Liberal (PL), repudió que toda «la protección y los privilegios» a Heredia sean «pagados con el dinero de los contribuyentes, con el dinero de los trabajadores».
«Es una vergüenza nacional» y «encima usa un vuelo de la FAB para eso. O sea: el pueblo paga la cuenta», expresó el diputado por el PL Sóstenes Cavalcante, uno de los más cercanos al exmandatario de extrema derecha.
Nadine Heredia llegó a la capital brasileña junto a su hijo menor de edad Samir Humala, luego de que Brasil le conceda el asilo político requerido tras su condenación en el marco de una trama de corrupción y lavado de dinero en campañas electorales que involucró a la empresa brasileña Odebrecht y aportaciones ilícitas del expresidente venezolano Hugo Chávez.
Su esposo, el expresidente peruano Ollanta Humala (2011-2016) fue arrestado el mismo martes tras el fallo y será recluido en el penal limeño de Barbadillo, donde también cumplen sentencia los exmandatarios Alejandro Toledo y Pedro Castillo, el primero por escándalos vinculados a Odebrecht y el segundo por haber intentado disolver el Congreso en 2022.
En tanto, en el Parlamento de Brasil se promueven seis iniciativas para que la cancillería explique el asilo diplomático otorgado a Nadine Heredia, quien fue condenada el martes a 15 años de prisión por el delito de lavado de activos.
Las propuestas buscan que el ministro Mauro Vieira responda ante el Parlamento y la justicia por la medida a favor de la exprimera dama peruana.
Todas las iniciativas tienen como autores a los diputados Evair Vieira de Melo, Filipe Barros, Adriana Ventura y Marcel Van Hattem.
Vieira y Barros son integrantes del partido político Progressistas, mientras que Ventura y Van Hatten pertenecen a las filas de Novo.
“La decisión del presidente Lula de conceder asilo a la ex primera dama peruana probablemente provocará críticas tanto nacionales como internacionales, ya que Brasil, como signatario de la Convención de 1954, debería abstenerse de conceder protección a los condenados por delitos comunes, excepto en casos de evidente persecución política”, señala Vieira en las solicitudes que cursó al Parlamento.