“
“Mis dudas se echaron a dormir, pero con un sueño intranquilo.”
J.R.R. TOLKIEN
“Es absolutamente fantástico y contradictorio en la naturaleza humana, el que los hombres se amen a sí mismos por encima del resto del mundo, y que, sin embargo, jamás puedan soportar el estar a solas consigo mismo.”
ABRAHAM COWLEY
El ‘yo-yo’ anaranjado está de vuelta. Por ello, en este breve escrito quiero dejar constancia de una cuestión que a mí en lo personal me inquieta de ese perturbado personaje. Básicamente lo resumo de esta manera: no sé cuándo creerle y cuándo no. O dicho de otra forma, en el manicomio que nos espera los próximos cuatro años con ese vecino, ¿cuándo estamos tratando con un hombre racional y cuándo con un demente que está convencido de sus propias conjeturas? Las dos cosas no se pueden a la vez.
Y por cuanto a las referencias y trato que la administración Trump nos propina como mexicanos, ¿cuándo es que el señor habla con la verdad y cuándo no?
Por honestidad intelectual y para mantener la objetividad como analista debo poder llegar a responder a estas preguntas.
Y eso porque no se sostiene estar de acuerdo con unas afirmaciones como las siguientes: (1) “todos los migrantes son criminales” (como cuando, recordando la primera orden ejecutiva que Trump firmó, dijo haberlo hecho con el propósito de detener y expulsar a todos los migrantes de suelo estadounidense) o (2) “Ucrania y su gobierno son los culpables de la agresión rusa y de la guerra con Moscú”, y al mismo tiempo dar por válido el que, como Trump dice, “los cárteles del narcotráfico son organizaciones terroristas”, “estos operan en México en contubernio con los gobiernos emanados de Morena” (hay sociedad entre el narco y el gobierno mexicano) y “eso justifica que los Estados Unidos impulsen una guerra contra ellos…”.
El que cada mexicano dilucide lo anterior y saque sus conclusiones fundamentadas más en evidencia y hechos que en prejuicios o afinidades políticas es vital porque mientras no lo hagamos, Trump puede comentar cosas como “gracias a mi presión, de manera muy fácil México nos entregó 29 líderes de cárteles” sin elementos para secundar o rebatir sus dichos o también puede, sin que se le pueda cuestionar su derecho y su legitimidad, el instruirle al presidente de la cámara de representantes (House Speaker) elaborar en dos días las condiciones inalterables con las que “procederemos a aumentar o eliminar restricciones, aranceles, tarifas y condiciones para México y Canadá”. Esto es, con un tronar de dedos, pondrá a sus socios, a sus vecinos —que somos nosotros— a temblar una y otra vez… Ahí se los dejo al costo.
Las columnas más leídas de hoy
Hablemos ahora de los estadounidenses y de su relación con su jefe de Estado. Independientemente del número de chispazos de verdad y de lucidez versus las veces que se trata de ocurrencias transformadas en política pública, el hecho es que unas y otras tendrán efectos posiblemente muy negativos en el mediano plazo para el pueblo norteamericano.
Hagamos un somero recuento de algunas de sus afirmaciones del pasado martes para ilustrar esto que digo:
Trump soltó que los aranceles impuestos a los socios comerciales de su país protegen los trabajos de los norteamericanos y lograrán que su país sea “grandioso otra vez”. Quedó claro que el mandatario cavó y cavó y cavó en una agenda dividida y a la vez divisoria. ¿El resultado? Demócratas contra trumpistas como nunca se había visto antes. (Más nos vale a los mexicanos entender que EU es ese país dividido que sufrirá el encono sembrado y nutrido por Trump más allá de su presidencia. El futuro para nuestra nación radica en, desde acá, en México, alimentar esa división, pero ya esa es otra cuestión).Lleva razón cuando afirmó “y eso que apenas empezamos”… Con sus planteamientos y propuestas nos podemos imaginar un mundo más complicado, con dictadores aún más empoderados y una montaña rusa de quiebres que arrancarán alaridos a muchos países.Se ufanó al decir que había devuelto la libertad de expresión a Estados Unidos, pero olvidó decir que su “libertad de expresión” es el vobo del presidente para iniciar una cacería de todos y todo lo que no sea de acuerdo con sus determinaciones. El racismo, la discriminación y la ofensa verbal ahora tendrán rienda suelta.Por cierto, libertad de expresión negada en la Casa Blanca a la periodista de AP o en el mismo Congreso; al congresista demócrata Al Green lo expulsaron del recinto por interrumpir a Trump. Su protesta fue ahogada por la bancada republicana y acto seguido fue acompañado por el personal de seguridad hacia la salida. Un hecho insólito y sin precedentes en el Congreso de Estados Unidos. Usualmente los presidentes aguantaban esas y peores protestas. Ya no.Tundió a la prensa y a los demócratas por igual al asegurar que no se requerían nuevas leyes para sacar a los migrantes y asegurar la frontera. Que solo fue necesario que él fuera presidente y con ello lograr “la GRAN liberación de Estados Unidos”.En su irracionalidad, las tarifas “protegen las almas de los estadounidenses… Un poco de turbulencia al principio, pero llegaremos” ¿A dónde exactamente? Quién sabe. Avisó también de una nueva política de comercio que es que a partir de abril habrá nuevos aranceles, los cuales lograrán que los granjeros de allá “se diviertan”… Presumió su “visa dorada” con un valor de 5 millones de USD para los migrantes con dinero que quieran “invertir” en Estados Unidos y, según él, gracias a sus órdenes ejecutivas las tasas de interés han tenido un “bello” descenso. Avisó que habrá recortes de impuestos para quienes produzcan en Estados Unidos y que todo lo NO hecho en su país pagará aranceles. Para él, todos los “otros” países son injustos. “Canadá, China, India, Corea del Sur” tendrán nuevos aranceles recíprocos (¡si empezó él!). “A quien quiera que nos ponga aranceles, les haremos lo propio”.
Evidentemente nada de lo enlistado antes es cierto y/o tiene sustento, pero ese es precisamente mi punto. Lo que ultimadamente importa son las consecuencias que las afirmaciones que ese presidente provocarán en Estados Unidos y en el orbe entero.
Lo dicho, un mentiroso —a ratos— y racista —eso siempre— con el que tendremos que lidiar.
“