Tienes un horario de entrenamiento semanal, pero una vez que ha terminado un día, ¿simplemente lo dejas en el pasado y nunca lo vuelves a mirar? Si es así, es posible que desees reconsiderar y comenzar a examinar tus entrenamientos anteriores. No es necesario hacer un análisis profundo de tu entrenamiento anterior, pero tomar notas sobre diferentes sesiones, cómo te sientes y cómo te has desempeñado en tus entrenamientos diarios es una excelente manera de ayudar a tu juego mental como triatleta. ¿No estás seguro de cómo esto podría ser útil? Aquí te presento tres formas en las que mantener un diario de entrenamiento podría beneficiarte.
Un recordatorio previo a la carrera
A medida que te acercas a una gran carrera, es posible que te sientas nervioso, poco preparado, como si no estuvieras a la altura del desafío, o todas las anteriores. Aquí es donde un diario de entrenamiento puede ser útil. Es una cosa decirte a ti mismo que has trabajado en la preparación para esta carrera, pero es otra revisar tus entrenamientos y ver cuánto has entrenado.
Foto: Kevin Mackinnon
Puedes recordarte de los entrenamientos en los que superaste el dolor y los límites percibidos, echar un vistazo a las sesiones en las que te sentiste genial, y obtener una visión más amplia de lo duro que has trabajado para llegar a la línea de salida de tu carrera. Esto puede que no elimine todos tus nervios previos a la carrera, pero debería convencerte de que perteneces a esa lista de salida y tienes lo necesario para llegar a la línea de meta.
Has pasado por rachas difíciles antes
Cuando estás en una mala racha de entrenamiento, puede sentirse como si nunca volverás a la normalidad. En momentos como estos, revisar tu diario de entrenamiento es la mejor opción, ya que puedes mirar hacia atrás en rachas de entrenamiento anteriores. Lee sobre cómo te sentías en esos momentos y qué pensabas. Lo más probable es que tenías los mismos pensamientos y sentimientos en ese entonces como los que tienes ahora. Luego, avanza en tu registro de entrenamiento y lee cómo saliste de esa mala racha. La misma salida de esa racha puede que no funcione esta vez (pero bien podría hacerlo), pero al menos servirá como un recordatorio de que todas las malas rachas llegan a su fin en algún momento.
Entrenamientos que encajan
De vez en cuando, haces un entrenamiento que simplemente encaja contigo. Por alguna razón, esa combinación exacta de repeticiones se siente genial y te permite experimentar un estado de flujo. Cuando esto te sucede, escríbelo. No querrás olvidar qué entrenamientos funcionan mejor para ti. Mantener un diario de entrenamiento te ayudará a recordar exactamente lo que hiciste para que puedas recrear esas experiencias más adelante.