La corredora profesional británica Fenella Langridge reveló un difícil diagnóstico médico que ha impactado su próxima temporada. Ha sido diagnosticada con Endofibrosis de la Arteria Ilíaca Externa (EIAE), una condición rara que implica el endurecimiento de la arteria ilíaca externa.
La condición es relativamente desconocida, pero típicamente afecta a atletas de resistencia y ciclistas. El endurecimiento de la arteria ilíaca externa, que restringe el flujo sanguíneo a la zona afectada, conduce a síntomas como calambres y acumulación de lactato durante actividad física intensa. Langridge está afectada en su lado izquierdo, y el pronóstico para su próxima temporada es peligroso.
Los síntomas comenzaron la temporada pasada
Langridge notó los síntomas por primera vez durante sus sesiones de entrenamiento, donde experimentó sensaciones inusuales y una caída significativa en su rendimiento. Describió en redes sociales que tuvo dificultades particulares para correr cuesta arriba y en esfuerzos de alta intensidad. Al principio sospechó de ciática, pero un reciente diagnóstico formal concluyó EIAE.
Los signos de problemas surgieron con una temporada deslucida en 2024. Exteriormente, Langridge atribuyó sus luchas de rendimiento a la fatiga. A medida que su potencia continuaba disminuyendo en la bicicleta y carrera durante la temporada baja cuando debería haberse sentido recuperada, comenzó a investigar sus síntomas más seriamente.
“Tuvimos nuestro primer campamento en Lanzarote y tuve lo que pensamos que eran sensaciones neurales en mi lado izquierdo”, compartió en su canal de YouTube. “No podía correr cuestas arriba sin que mi pierna casi se me colapsara debajo de mí.”
Sus síntomas en aumento la llevaron a investigar más seriamente la causa raíz. Recibiendo el diagnóstico antes del Ironman de Nueva Zelanda a principios de este mes, decidió ir y competir de todos modos. A pesar de hacer modificaciones como cambiar la posición de su bicicleta, monitorear su frecuencia cardíaca y limitar su potencia, se vio obligada a abandonar la carrera.
En lugar de la pista, le espera el quirófano
Aunque la condición no es mortal, plantea desafíos significativos para la carrera de Langridge como triatleta profesional.
“En términos simples, es un endurecimiento de la arteria ilíaca, una externa, así que la mía está en el lado izquierdo de mi cuerpo”, explicó. “Se supone que tu arteria debe tener una forma esférica agradable, mientras que la mía se ha endurecido, lo que ha limitado el tamaño.”
Se someterá a cirugía para abordar el problema, y su temporada 2025 permanece incierta.
“Me he puesto en contacto con uno de los mejores cirujanos que realiza el procedimiento en el Reino Unido, el profesor Robert Hinchcliffe”, dijo Langridge. “Ha realizado múltiples cirugías de Endofibrosis de la Arteria Ilíaca en ciclistas profesionales y hemos concertado una cita con él dentro de aproximadamente un mes.”
Por el momento, Langridge se está apartando de la planificación de carreras para concentrarse en su próxima cirugía y recuperación.