Los triatletas son perfeccionistas, siempre persiguiendo grandes metas y esperando obtener lo mejor de sí mismos. Si bien esperamos encontrar la perfección en el día de la carrera, también es agradable alcanzarla en el entrenamiento. Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, y aunque nunca puedes garantizar que tendrás la sesión de entrenamiento perfecta, hay algunas formas en las que puedes darte la mejor oportunidad de lograrlo.
Dormir, dormir, dormir
Si no duermes bien, no rendirás bien. Es así de simple. Establecer un patrón de sueño sólido te ayudará a obtener los mejores resultados en el entrenamiento, y si puedes hacer que dormir lo suficiente sea un hábito, te ayudará en la temporada de carreras.
Alimentarse bien
Si tienes un entrenamiento por la mañana, asegúrate de ingerir algún tipo de alimento, incluso si es solo un pequeño refrigerio. Si vas a hacer ejercicio más tarde en el día, asegúrate de comer bien durante todo el día, no solo una hora o dos antes de tu sesión de entrenamiento. Este es un error que cometen muchas personas, ya que piensan que si se alimentan justo antes de hacer ejercicio estarán bien. Claro, esa comida o refrigerio antes del entrenamiento te dará un impulso, pero para sacar lo mejor de ti mismo, necesitas pasar todo el día alimentándote adecuadamente.
Hidratarse bien
Al igual que con la alimentación, debes asegurarte de hidratarte bien durante todo el día. Lleva una botella contigo y bebe durante todo el día. Luego, cuando estés entrenando, llévala contigo para que puedas mantener ese nivel de hidratación durante toda la sesión.
Calentar
Entendemos que el calentamiento no es divertido de hacer, pero es muy importante. Preparará tu cuerpo para un esfuerzo intenso, dándote la mejor oportunidad de lograr un entrenamiento perfecto. Además, calentarse ayudará mucho a prevenir lesiones. ¿Sabes cuándo es imposible lograr el entrenamiento perfecto? Cuando estás herido y no puedes entrenar en absoluto. Haz el calentamiento, no te lastimes y tendrás grandes sesiones.
Imagina tu objetivo
Obtén una imagen clara de lo que quieres lograr en el entrenamiento. Imagínate alcanzando ese objetivo y piensa en lo que se necesitará para llegar allí. Digamos que estás en la piscina y esperas lograr 1:30 para una serie de repeticiones de 100 metros. Divídelo en tramos de 50 y 25 metros. Necesitarás tocar la pared a los 45 segundos para los 50 metros, 22,5 segundos para cada 25 metros. Piensa en cómo se sentirá, concéntrate en hacer buenos virajes y visualízate terminando fuerte. Imaginar el entrenamiento te ayudará a ejecutarlo cuando estés en él.
Deja ir
Por mucho que desees la perfección, debes recordarte a ti mismo que el entrenamiento perfecto es bastante inalcanzable. Deberías imaginar el entrenamiento perfecto de antemano, pero cuando realmente lo estás haciendo, olvida la perfección y concéntrate en dar lo mejor de ti en ese momento. Puede que no sea “perfecto”, pero si terminas el entrenamiento sabiendo que diste todo de ti, puedes estar orgulloso de tu esfuerzo.