Entrenamiento mientras estás enfermo: cuándo seguir adelante y cuándo retroceder.

Es esa época del año desafortunada en la que parece que todo el mundo está enfermo. Ya sea resfriados o gripe, fiebres o escalofríos, es posible que te despiertes un día pronto y te des cuenta de que estás enfermo. En ese momento, surge la gran pregunta de si debes continuar entrenando o tomarte un tiempo para descansar. No hay una única respuesta para esto, y realmente debe decidirse caso por caso. Aquí tienes algunas cosas a considerar cuando intentas decidir si vas a seguir adelante con tu próxima enfermedad.

¿Tus síntomas están por encima o por debajo del cuello?

Según la Clínica Mayo, “generalmente está bien” continuar haciendo ejercicio mientras estás enfermo si tus síntomas están “por encima del cuello”. Esto significa que generalmente está bien entrenar a través de síntomas como nariz que moquea, congestión nasal, estornudos o dolor de garganta. Sin embargo, si estás experimentando síntomas “por debajo del cuello” (congestión en el pecho, tos fuerte, problemas estomacales), debes tomarte algunos días para recuperarte. (Esto debería ser obvio, pero aunque la fiebre es un síntoma por encima del cuello, no debes entrenar a través de ella).

Reduce la intensidad y duración

Si decides que vas a entrenar a través de tu enfermedad, debes considerar hacerlo a una intensidad más baja y durante menos tiempo del habitual. Puede que tengas una carrera o entrenamiento en bicicleta difícil planeado para hoy, pero es mejor cambiarlo por una carrera o paseo ligero y fácil. De esta manera, seguirás completando tu kilometraje pero no estarás empujando tu cuerpo hasta sus límites cuando ya está en mal estado.

Ve solo

Si tienes una enfermedad contagiosa (como COVID-19 o la gripe), no entrenes con otras personas. Sabemos que te encantan tus entrenamientos en grupo, pero hazle un favor a todos los demás y entrena solo hasta que estés mejor. No querrías que alguien se presentara a un entrenamiento en grupo y te contagiaras, así que no deberías hacer eso a los demás.

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Escucha a tu cuerpo

Al final del día, tu cuerpo sabe mejor. Puedes tener síntomas por encima del cuello, pero eso no significa que tu cuerpo esté listo para hacer ejercicio. O tal vez comiences un entrenamiento y te des cuenta de que estás más agotado de lo que pensabas. Sea cual sea el caso, escucha los mensajes que tu cuerpo te está enviando. Si te está diciendo que está cansado, dale el descanso que necesita. Tomarte un descanso del entrenamiento te ayudará a recuperarte de tu enfermedad más rápido, lo que significa que volverás a estar en plena forma y entrenarás duro antes.