Las 6 etapas emocionales del entrenamiento de triatlón en la nieve.

El invierno ha llegado, y con él llega el entrenamiento en la nieve. Muchos triatletas habrán pasado al rodillo para sus entrenamientos de ciclismo durante el invierno, pero muchas personas seguirán corriendo al aire libre durante toda la temporada. Incluso algunos ciclistas muy dedicados seguirán montando fuera a pesar del frío, el hielo y la nieve. Con eso en mente, aquí están las seis etapas emocionales que experimentarás en tu próxima sesión de entrenamiento en la nieve.

No quiero ir

Estás agradable y cálido en tu casa, así que lo último que quieres hacer es vestirte y salir afuera en las frías temperaturas y las calles nevadas y heladas. Después de un debate interno mientras miras por la ventana, acabarás yendo, porque, seamos sinceros, estás comprometido con tu entrenamiento.

Voy a resbalar

Los primeros cientos de metros de tu carrera o paseo, te convencerás a ti mismo de que fue una mala idea salir de casa. Estarás seguro de que vas a resbalar, y la tentación de darte la vuelta será fuerte. Sin embargo, después de un rato, te acostumbrarás a la sensación de la nieve y el hielo y te sentirás más cómodo.

En realidad hace buen tiempo

Una vez que empieces a moverte, te darás cuenta de que en realidad hace una temperatura agradable para hacer ejercicio. Esto mejorará tu estado de ánimo y tu disfrute general del entrenamiento, y pronto te lo estarás pasando bien.

No está tan mal

Te preguntarás por qué consideraste saltarte la sesión de entrenamiento de hoy en absoluto. Es tan divertido y lo estás haciendo realmente bien. Tan bien, de hecho, que sentirás que puedes apretar y ir un poco más rápido.

LEAR  Mientras Jen Annett se prepara para el Campeonato Mundial de Ultraman, explicamos cómo estableció el récord mundial en Ultraman Canadá.

De hecho, resbalé

Debido a tu exceso de confianza, es posible que realmente acabes resbalando. Debes tener cuidado al correr o montar en calles resbaladizas. En este punto, mientras te sacudes la nieve, te dirás a ti mismo que definitivamente deberías haberme quedado en casa. Dado que ya estás afuera, sin embargo, seguirás adelante y terminarás tu entrenamiento (haciéndolo con un poco más de precaución, por supuesto).

En casa y caliente

Una vez que llegues a casa, estarás feliz de haber cumplido con tus planes de entrenamiento. Ahora puedes darte una ducha caliente, tomar una bebida caliente y relajarte junto al fuego antes de repetir todo el asunto de nuevo mañana.

Deja un comentario