Hola, mi nombre es Lionel, y soy adicto al azúcar.
Consumiendo más de 1000 gramos de azúcar algunos días, Lionel Sanders dijo que es adicto a los carbohidratos ultraprocesados y admite que a veces come dos libras de azúcar en un solo día.
Sanders reveló que se despierta alrededor de ocho veces por la noche para ir al baño, y no se ha sentido bien en más de una década. Con patrones de sueño tan interrumpidos y una adicción al azúcar que lo lleva a comer barras de granola en medio de la noche, recurrió a su canal de YouTube para compartir que había llegado a su punto más bajo de azúcar.
Dijo que sus frecuentes despertares para ir al baño equivalen a intervalos de sueño de 8×45 minutos. Y está alimentando esos intervalos con azúcar, luchando contra antojos durante toda la noche.
“La gente lleva mucho tiempo diciéndome que me veo como una bolsa de mierda”, dijo.
Sanders dijo que no ha dormido ni se ha sentido bien durante años, pero que se ha convertido en su norma.
“Creo que estoy acostumbrado a sentirme horrible todo el tiempo cuando entreno.”
Esto lo impulsó recientemente a hacerse un análisis de sangre, algo que nunca había hecho antes. Cuando los resultados arrojaron su número de A1C, que mide los niveles promedio de azúcar en la sangre, revelaron que estaba en riesgo de diabetes. Fue un disparador para que Sanders analizara detenidamente sus números de nutrición. Cuando los analizó, estaban fuera de control. A menudo consumía entre 500 y 600 gramos de carbohidratos en un entrenamiento, y otros 500 a 600 gramos después.
“Eran días aeróbicos”, agregó. “Ni siquiera estaba quemando tantos carbohidratos porque la intensidad no era muy alta. Y luego un montón de dulces también encima de eso.”
Sus problemas iban más allá de sus largos días de entrenamiento. Cómo apilaba sus calorías, determinó, también era problemático. Teniendo muy poco para el desayuno y solo marginalmente más para el almuerzo, el resto de su día se convertía en un atracón cargado de carbohidratos que duraba toda la noche.
“Porque comía muy poco en esas dos primeras comidas, también priorizaba cantidades masivas de carbohidratos. La sensibilidad a la insulina disminuye y el azúcar en la sangre permanece elevado. Entonces comía un montón de carbohidratos para la cena, y luego tenía postre, y luego picaba toda la noche, en su mayor parte dulces.
“Y luego también, en medio de la noche, comía barras de Nature Valley. Y me comía una o dos todas las noches.”
Para confirmar su número de A1C, se puso un monitor continuo de glucosa. El monitor le dio el mismo resultado. Continuó usando el monitor y se comprometió a hacer cambios dietéticos durante los próximos 10 días para rastrear el resultado. Su número bajó de los 5.9 reportados en el análisis de sangre, pero incluso después de cambiar a alimentos con un índice glucémico más bajo para controlar los niveles de azúcar en la sangre durante esos 10 días, su número de A1C seguía estando por encima de lo normal.
Dijo que es “lo más perezoso que hay” cuando se trata de comer. Está decidido a cambiar por completo lo que come y cuándo, convencido de que sus malos hábitos alimenticios están relacionados con su mal sueño, sentirse mal y no poder entrenar de manera positiva y adaptable.
“Mi broma ha sido durante mucho tiempo, ‘Hoy cocino’. Y sacaba mi teléfono y decía, ‘¿Qué queremos? ¿Jersey Mikes? ¿Mod Pizza?’ Esa es mi idea de cocinar. He creado una cultura de pereza, de comer perezosamente que implica pedir comida mala, comer basura para llevar y picar bombones todo el día.
“Ahí es donde están mis gustos. Eso es lo que anhelo. Anhelo MacDonalds y todas estas cosas muy procesadas, los bombones. He entrenado a mi cuerpo para que se alimente de eso.”
No más. Ahora está en un viaje para aprender más sobre la comida e incluso aprender a cocinar. Para combatir la “cultura de pereza” en torno a la comida en su hogar, está haciendo más en la cocina, yendo al mercado de agricultores, al supermercado y preguntándose si lo que está comiendo es comida real o una “sustancia similar a la comida”. Incluso cocinó un bistec.
Se dijo a sí mismo: “no te vayas muy polarizado en una dirección, pero ciertamente muévete más hacia pensar en no comer carbohidratos súper procesados”, compartió. “Aún comiendo un montón de carbohidratos pero comiéndolos en su mayoría con grasas y proteínas en su fuente más natural en lugar de súper altamente procesados.”
Quiere cambiar la cultura en torno a la comida en su hogar dedicando más tiempo y energía a considerar lo que está comiendo. Hasta ahora ha estado motivado tanto como cualquier persona con 20 repeticiones de umbral de 100 en la piscina en su programa de entrenamiento.
“No lo he hecho porque estoy cansado y no estoy recuperando adecuadamente, por lo tanto soy perezoso y como mal, lo que contribuye a que esté cansado y no me recupere adecuadamente”, dijo. Desde entonces ha descubierto algunos de los errores que nunca había considerado hasta ahora.
“En un paseo fácil de una hora de duración quizás queme 60 a 80 gramos de carbohidratos, pero durante ese paseo también consumiría 60 a 80 gramos de carbohidratos. La parte que no entendía era, bueno, si mantienes el ritmo con la quema de carbohidratos, entonces no necesitas comer un montón de carbohidratos después de esa sesión.”
Su nuevo lema es “Cuanta más potencia, más carbohidratos. Menos potencia, menos carbohidratos.”
No planea eliminar los carbohidratos por completo o reducirlos drásticamente. Como atleta de resistencia, dijo que entiende que eso no es posible. Hacer un cambio lejos de los carbohidratos excesivos y los alimentos procesados, y estar más involucrado e intencional sobre su nutrición ya ha sido suficiente para marcar una gran diferencia. Dos meses de cambio de comportamiento y ya está viendo resultados.
“Literalmente sentí que toda mi vida, toda mi realidad comenzaba a cambiar porque sentía algo que no puedo recordar la última vez que sentí. Simplemente estaba caminando, a punto de comenzar a andar en bicicleta y me sentía bien. Anoche, me desperté dos veces para ir al baño. La noche anterior me desperté una vez en medio de la noche y he estado durmiendo profundamente.”
Sanders también está motivado para hacer un cambio para poder proporcionar una mejor cultura dietética para su pequeño, Levi. Ha sido un viaje gratificante, agregó.
“Creo que cuando empiezas a tener hijos te das cuenta de tu mortalidad un poco y estás inculcando una cultura, una forma de pensar y ser en esta personita. Ellos no vienen con ningún conocimiento y tú les das la mayor parte de él durante la primera parte de su vida.”
Se está perfilando como una situación beneficiosa para él y su familia. Los fanáticos estarán observando de cerca para ver cómo impacta en su próxima temporada.