No necesitas mucho para el entrenamiento de natación. Mientras tengas tus gafas, un traje de baño y algún lugar para nadar, estás listo. Sin embargo, hay otras piezas de equipo que, aunque no son esenciales para nadar, pueden ayudarte a mejorar tu técnica y, en efecto, ayudarte a ser más rápido. Las palas de natación son un gran equipo que puede usarse para resaltar lo que estás haciendo mal en tu estilo, y podrían ser la diferencia entre estar en el medio del grupo o en la parte delantera en tu próxima carrera.
¿Por qué usar palas?
En primer lugar, las palas son geniales para los nadadores porque te obligan a mantener un codo alto en cada brazada. Cuando nadas estilo libre, un codo alto ayudará a aumentar la propulsión. Cuanto más nades con palas, más natural se sentirá un codo alto durante tu brazada, y pronto se convertirá en tu forma predeterminada cada vez que te metas en la piscina, ya sea que uses palas o no.
Otro beneficio de las palas es la resistencia que crean. Por supuesto, son mucho más grandes que tus manos, y con más superficie, tirarás mucho más agua con cada brazada. Esto será más difícil y cansará tus hombros mucho más rápido que nadar sin palas, pero también te ayudará a ir más lejos con cada brazada y más rápido en general. Es posible que no veas resultados inmediatos en tu natación regular después de solo unas cuantas series centradas en las palas, pero después de un tiempo, notarás que tu brazada se vuelve más eficiente y que estás viendo más distancia por brazada y tiempos más rápidos en general.
Cosas a tener en cuenta
Puede que estés emocionado por conseguir un par de palas y meterte en la piscina lo antes posible, pero debes tener cuidado al usarlas. Si eres nuevo en el juego de las palas, deberías conseguir un set más pequeño. Si consigues palas que son demasiado grandes, te lastimarás los hombros y codos, y esto podría provocar lesiones. Incluso si tienes un set pequeño de palas, asegúrate de no esforzarte demasiado. Deberías cansarte al usarlas, pero si sientes algún dolor real, detente y tómalo con calma.
Otra cosa a considerar es con qué frecuencia usas las palas. Son herramientas útiles, pero pueden ser sobreutilizadas. Debes asegurarte de seguir nadando sin palas regularmente para poder implementar la técnica que aprendes con ellas en tu brazada sin palas.
Nadar con palas en el entrenamiento te ayudará en tu próximo triatlón. (Foto de Jacob Kupferman/Getty Images para IRONMAN)
El entrenamiento
Hay tantas opciones entre las que puedes elegir al decidirte por un entrenamiento centrado en las palas, pero aquí tienes uno para empezar.
Calentamiento (600m):
200m cualquier estilo
100m de ejercicios
100m de pull
4x50m de patada (incrementar de 1 a 4) con 15 segundos de descanso entre cada vuelta
Serie principal (1,600m):
400m (con palas)
2x200m con un minuto de descanso (primero con palas, segundo sin ellas)
4x100m con 30 segundos de descanso (alternando palas, sin palas)
8x50m con 30 segundos de descanso (sin palas)
Vuelta a la calma (300m):
Total: 2,500m
Para la serie principal, no te preocupes por la velocidad en las repeticiones con palas. En cambio, concéntrate en tu forma, manteniendo un codo alto y tirando la mayor cantidad de agua posible con cada brazada. En las repeticiones sin palas, deberías ir rápido (pero aún teniendo en cuenta tu forma, como lo has estado haciendo al usar las palas). En la vuelta a la calma, puedes elegir cualquier estilo que te guste, pero asegúrate de estirar tus hombros sin importar cuál decidas hacer.